Empresarios estadounidenses enfrentan una creciente preocupación por el posible fin de permisos de trabajo temporales bajo la administración de Donald Trump, ya que programas que benefician a millones de inmigrantes como el Estatus de Protección Temporal (TPS) y el programa DACA, están en riesgo de ser eliminados.
Nate Koetje, CEO de una empresa eléctrica en Michigan, necesita 200 nuevos empleados, pero teme que la falta de inmigrantes calificados complique sus contrataciones. “Aunque son pocos, estos trabajadores son cruciales para el éxito de la empresa”, explicó Koetje al diario estadounidense Wall Street Journal.
De acuerdo con el Migration Policy Institute, cerca de 3.3 millones de inmigrantes podrían perder su derecho a trabajar legalmente. Esto incluye a personas de países en conflicto y a los llamados “dreamers”, quienes llegaron al país siendo niños.
El fin de estos programas dejaría a sectores como la salud, manufactura y hostelería en una situación delicada. Empresas como Eli Lilly, Microsoft y pequeñas empresas locales dependen de esta fuerza laboral.
Algunos demócratas presionan a la administración Biden para extender estos permisos antes de que Trump asuma el cargo. Sin embargo, el temor a una reacción negativa en el Congreso frena las decisiones.
Para algunos trabajadores, perder el permiso de trabajo significaría cerrar su empresa ya que para ellos, Estados Unidos es la única alternativa viable.
El panorama laboral podría enfrentar serios desafíos si estos cambios se concretan.