La tensión entre Amazon y sus empleados sindicalizados se intensifica. Trabajadores de una estación de entrega en Skokie, Illinois, votaron a favor de autorizar una huelga, convirtiéndose en la tercera planta en EE.UU. en hacerlo en menos de una semana. Esta decisión se une a los recientes votos favorables de empleados de las instalaciones JFK8 en Staten Island y DBK4 en Queens, Nueva York.
El sindicato Teamsters, que representa a más de 1.3 millones de trabajadores en EE.UU., Canadá y Puerto Rico, había fijado el 15 de diciembre como fecha límite para que Amazon negociara un contrato laboral. Ante la falta de respuesta, Teamsters advirtió que las huelgas podrían afectar las entregas en plena temporada navideña.
Amazon, por su parte, rechazó las afirmaciones del sindicato. La portavoz Eileen Hards declaró que Teamsters no representa a miles de empleados y acusó al sindicato de difundir una narrativa falsa y de presionar ilegalmente a los trabajadores. Teamsters respondió acusando a Amazon de gastar millones para socavar los derechos sindicales y afirmó que los empleados están “hartos y contraatacan”.
Esta ola de sindicalización ocurre tras el anuncio de Amazon de invertir $2 mil millones en aumentos salariales para conductores, lo que eleva el promedio a $22 por hora. Sin embargo, las demandas de mejores condiciones laborales persisten, alimentando un conflicto que podría paralizar entregas en uno de los periodos más críticos del año.