El presidente electo Donald Trump no descartó el martes el uso del ejército estadounidense para tomar el control del Canal de Panamá y Groenlandia, generando controversia al abordar su interés en expandir el territorio de Estados Unidos durante su próximo mandato.
En una conferencia de prensa en Mar-a-Lago, Trump argumentó que ambos territorios son esenciales para la “seguridad económica” del país. Al ser cuestionado sobre si descartaría el uso de medidas coercitivas, respondió tajantemente: “No, no puedo asegurarle ninguno de esos dos”.
Trump expresó frustración con la influencia de China en el Canal de Panamá, acusándola de “abusar” de la vía fluvial estratégica. También mostró preocupación por la creciente presencia china en Groenlandia, insinuando posibles acciones para contrarrestar ese alcance.
También revivió críticas al tratado negociado por Jimmy Carter, que transfirió el control del canal a Panamá en 1999, calificándolo como un error histórico. Igualmente, mencionó la posibilidad de anexar Canadá como el “Estado 51”, sugiriendo que esto fortalecería la seguridad nacional y eliminaría el déficit comercial con el país vecino.
Además, el presidente electo sorprendió al anunciar su intención de cambiar el nombre del Golfo de México a “Golfo de América”, calificándolo de un título más “apropiado”. Este cambio, dijo, subrayaría la importancia estratégica y económica del cuerpo de agua rico en petróleo.
Mientras tanto, líderes internacionales, como el primer ministro de Groenlandia, Mute Egede, y el canadiense Justin Trudeau, han rechazado firmemente cualquier propuesta expansionista. Trump, sin embargo, mantiene su enfoque en promover el interés estadounidense en estas regiones estratégicas, dejando abierta la puerta a posibles movimientos diplomáticos o militares.