La ciudad de Los Ángeles enfrenta críticas tras revelarse que el presupuesto del Departamento de Bomberos (LAFD) fue reducido en $17 millones para el periodo 2024-2025, mientras la alcaldesa Karen Bass priorizó el gasto en la población sin hogar. Este recorte, sumado a la creciente incidencia de incendios forestales, ha generado cuestionamientos sobre las prioridades presupuestarias de la administración local.
El LAFD recibió $819 millones este año fiscal, un monto inferior al presupuesto de $1.3 mil millones destinado a abordar la crisis de personas sin hogar. Aunque Bass propuso un recorte mayor de $23 millones al LAFD, solo se implementó una reducción parcial.
Irónicamente, un informe del contralor de la ciudad encontró que casi la mitad de los fondos destinados a personas sin hogar en 2023-2024 no fueron utilizados.
Actualmente, Los Ángeles enfrenta cuatro incendios forestales activos (Eaton, Palisades, Woodley y Hurst), que han destruido viviendas, negocios y provocado evacuaciones masivas para más de 30,000 personas. Además, estas emergencias ocurren en un contexto de crisis en el sector asegurador, donde empresas han abandonado California debido a los altos costos de pérdidas por incendios.
La decisión de recortar el presupuesto del LAFD ha generado un debate sobre la capacidad de respuesta de la ciudad ante desastres naturales y la necesidad de equilibrar recursos entre problemáticas sociales urgentes y emergencias ambientales recurrentes. La situación subraya la complejidad de administrar prioridades en una ciudad que enfrenta múltiples desafíos críticos.