China cerró 2024 con un superávit comercial histórico de $992,000 millones, impulsado por exportaciones sin precedentes. Sin embargo, el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos amenaza con desestabilizar este logro mediante aranceles más altos a productos chinos.
Las empresas estadounidenses intensificaron sus compras a China antes de la posible imposición de gravámenes, llevando las exportaciones hacia EE. UU. a $525,000 millones, su nivel más alto en dos años. A nivel global, los envíos chinos crecieron un 11% en diciembre, alcanzando $336,000 millones y acumulando $3,600,000 millones en exportaciones totales durante el año.
A pesar de los volúmenes récord, los exportadores chinos enfrentan menores ingresos debido a la caída de los precios de exportación, presionados por la deflación interna. Además, la Unión Europea y otros países han impuesto aranceles a productos como vehículos eléctricos y acero, buscando frenar el desequilibrio comercial.
China ha intensificado sus exportaciones a mercados alternativos como Vietnam, que superó a Japón como tercer mayor receptor de productos chinos en 2024. Sin embargo, el superávit con Estados Unidos, aunque significativo en $361,000 millones, fue el más bajo en tres años.
Expertos advierten que las amenazas arancelarias podrían debilitar las exportaciones chinas a finales de 2025. Mientras tanto, el puerto de Shanghái registró un manejo récord de 51.5 millones de contenedores, reflejo del auge exportador, pero este crecimiento enfrenta un futuro incierto bajo las crecientes tensiones comerciales.