El índice de precios al consumidor (IPC) mostró un aumento del 0.4% en diciembre, dejando la tasa anual en 2.9%, según la Oficina de Estadísticas Laborales. Excluyendo alimentos y energía, la inflación básica se desaceleró al 3.2%, ligeramente por debajo de las expectativas del mercado.
Los precios de la energía impulsaron gran parte del incremento mensual, con un alza del 4.4% en la gasolina, mientras que los alimentos subieron un 0.3%. En términos anuales, los alimentos aumentaron un 2.5%, y la energía disminuyó un 0.5%. La vivienda, que representa un tercio del IPC, subió un 0.3% en el mes y un 4.6% anual, el menor aumento desde enero de 2022.
A pesar de estas cifras, los salarios ajustados por inflación cayeron un 0.2% en diciembre, con un crecimiento anual de solo 1%. La Reserva Federal sigue enfrentando dificultades para alcanzar su objetivo de inflación del 2%, aunque los datos recientes indican una moderación en el ritmo de crecimiento de los precios.
Los precios de bienes clave como autos usados aumentaron un 1.2%, mientras que los nuevos subieron un 0.5%. Sin embargo, los costos de transporte y el seguro de automóviles, junto con productos como los huevos, siguen mostrando incrementos significativos.
El mercado espera que la Reserva Federal mantenga su política monetaria sin cambios en su próxima reunión, aunque las señales mixtas de la inflación mantienen a los inversores atentos a posibles ajustes en las tasas de interés.