El creador de contenido de YouTube, James “Jimmy” Donaldson, conocido como MrBeast, ha generado un intenso debate en las redes sociales al expresar interés en adquirir TikTok. Esto ocurre mientras la plataforma enfrenta una posible prohibición en Estados Unidos, programada para el 19 de enero si ByteDance, su empresa matriz china, no vende la aplicación.
MrBeast publicó en X: “Está bien, compraré TikTok para que no lo prohíban”, comentario que ha acumulado más de 32 millones de vistas. Al día siguiente, añadió: “Sin ironía, muchos multimillonarios se han puesto en contacto conmigo desde que tuiteé esto. Veamos si podemos lograrlo”. Sin embargo, no ofreció detalles sobre quiénes lo han contactado o cómo se concretaría el plan.
La prohibición de TikTok, impulsada por preocupaciones sobre la seguridad nacional, fue legislada por primera vez durante la administración de Donald Trump y reafirmada bajo el presidente Joe Biden. El gobierno teme que ByteDance comparta datos de usuarios estadounidenses con el gobierno chino, lo que ha llevado a esta medida drástica.
Donaldson, de 26 años, es el creador con más suscriptores en YouTube, acumulando 841 millones hasta la fecha. También es conocido por su programa televisivo Beast Games, producido junto a Amazon Studios. Aunque el show ha sido aclamado, enfrenta críticas por demandas relacionadas con condiciones laborales inapropiadas.
Aunque MrBeast ha demostrado ser un empresario visionario con inversiones en empresas como Feastables y Beast Burger, la compra de TikTok sería una operación de magnitud sin precedentes para él. Su patrimonio neto, estimado en unos $500 millones, queda lejos del valor de mercado de la plataforma, que supera los $50,000 millones. A menos que forme una coalición de inversores multimillonarios, como mencionó en su publicación, la probabilidad de que Donaldson adquiera TikTok parece baja pero no imposible, dada su creciente influencia empresarial.
Otros interesados en “salvar” TikTok incluyen figuras como Elon Musk, Doug McMillon, y Microsoft. Mientras tanto, el destino de la popular plataforma de videos sigue en manos de decisiones legales y políticas.