OpenAI ha dado un paso audaz en la integración de inteligencia artificial en el sector público con el lanzamiento de ChatGPT Gov, una plataforma diseñada específicamente para agencias gubernamentales de Estados Unidos. Este desarrollo, anunciado el martes 28 de enero, promete transformar la forma en que se gestionan las tareas gubernamentales, a la vez que genera interrogantes sobre seguridad, privacidad y potenciales sesgos.
ChatGPT Gov se basa en la arquitectura de ChatGPT Enterprise pero opera dentro de entornos altamente seguros, como la nube comercial de Microsoft Azure y la comunidad Azure Government. Esto permite a las agencias manejar información confidencial mientras cumplen estrictos estándares regulatorios. “Estamos comprometidos a garantizar que Estados Unidos lidere esta carrera tecnológica”, afirmó Kevin Weil, director de producto de OpenAI.
Desde principios de 2024, más de 90,000 empleados del gobierno han utilizado tecnologías de OpenAI para tareas como la redacción de memorandos, traducción de documentos y generación de código.
Una demostración reciente mostró cómo un usuario podía crear planes de trabajo complejos y resúmenes legales en pocos minutos, destacando el potencial de la IA para optimizar procesos administrativos.
Sin embargo, el uso de IA por parte de las agencias gubernamentales no está exento de críticas. Históricamente, estas tecnologías han enfrentado escrutinio por decisiones sesgadas, como arrestos injustificados, y preocupaciones sobre el manejo de datos. OpenAI ha reconocido estas inquietudes y asegura que ChatGPT Gov estará sujeto a políticas de uso específicas.
A pesar de las preocupaciones, se espera que la plataforma beneficie especialmente a sectores como la defensa y la atención médica. “Estamos avanzando rápidamente para mantenernos a la vanguardia”, agregó Weil, subrayando la importancia de la competitividad global en IA frente a rivales como DeepSeek.