Nvidia, la empresa líder en chips de alta potencia para inteligencia artificial, atraviesa un momento crítico tras sufrir la mayor pérdida de valor de mercado registrada en un solo día en toda la historia de la bolsa de valores.
El lunes, sus acciones cayeron un 17%, lo que redujo su capitalización en más de $595,000 millones. Aunque el martes mostró un leve repunte del 1.6%, el panorama sigue siendo incierto para el gigante tecnológico.
El golpe se produjo luego del lanzamiento de un modelo de inteligencia artificial desarrollado por la startup china DeepSeek. Este modelo, de código abierto y significativamente más económico, superó las expectativas al competir directamente con las soluciones de OpenAI. Con un costo inicial de desarrollo inferior a $6 millones, DeepSeek está desafiando a las empresas estadounidenses, que invierten miles de millones en infraestructura para IA.
La aparición de DeepSeek generó una onda expansiva en la industria tecnológica. El Nasdaq Composite cayó un 3%, y los inversionistas comenzaron a temer que la “burbuja de la IA” esté cerca de estallar. Mientras tanto, el portavoz de Nvidia reconoció el avance de DeepSeek como “un excelente ejemplo de cómo la innovación puede surgir bajo restricciones de exportación”.
Aunque analistas de Wall Street, como Raimo Lenschow de Barclays, creen que el avance de DeepSeek podría acelerar la adopción de IA a nivel global, también advierten que la reacción del mercado refleja un entusiasmo enfriado por el gasto en tecnología. A pesar de mantener recomendaciones positivas, los analistas han reducido las metas de precios de Nvidia, reflejando la incertidumbre.
Con sus acciones cayendo un 23% desde su máximo histórico, Nvidia enfrenta un desafío inédito. La llegada de DeepSeek plantea una pregunta inquietante: ¿está la industria estadounidense preparada para mantener su liderazgo en la carrera de la inteligencia artificial?