La Reserva Federal optó por mantener sin cambios su tasa de interés clave este miércoles, marcando una pausa en su reciente política de flexibilización. Esta decisión, ampliamente esperada, deja la tasa de referencia en un rango de 4.25% a 4.5%, en un contexto de incertidumbre económica y política.
El anuncio se produce tras tres recortes consecutivos desde septiembre de 2024, lo que ha generado expectativas en torno a la postura futura de la FED. Además, llega poco después de la toma de posesión del presidente Donald Trump, quien ha manifestado su deseo de ver reducciones adicionales en las tasas de interés. Aunque la Reserva Federal es un organismo independiente, la presión política podría influir en sus futuras decisiones.
En su comunicado posterior a la reunión, el banco central ofreció una visión más optimista sobre el empleo, pero dejó de mencionar que la inflación “ha avanzado hacia” su meta del 2%. “La tasa de desempleo se ha estabilizado en un nivel bajo en los últimos meses y las condiciones del mercado laboral siguen siendo sólidas”, afirmó la FED, advirtiendo que “la inflación sigue siendo algo elevada”.
Los mercados financieros estarán atentos a cualquier indicio sobre futuros movimientos en la política monetaria. Los datos recientes muestran que la inflación general alcanzó el 2.4% en noviembre, con la tasa subyacente situándose en 2.8%, lo que sugiere que el objetivo del 2% sigue siendo difícil de alcanzar.
El contexto político añade más complejidad a la situación. Trump ha adoptado una agenda agresiva desde su regreso a la Casa Blanca, firmando múltiples órdenes ejecutivas y promoviendo medidas económicas controvertidas, como el uso de aranceles y políticas de desregulación. La semana pasada, afirmó que “exigiría” reducciones inmediatas en las tasas de interés, aunque su capacidad para influir directamente en la FED es limitada.
Los mercados, por su parte, han reaccionado con cautela. Se anticipa que la Reserva mantendrá su postura hasta junio, con una probabilidad del 61% de que se produzcan al menos dos recortes en 2025, según datos del CME Group. La reacción inmediata de los mercados fue negativa, con caídas en las acciones tras el anuncio.
Mientras tanto, la economía sigue mostrando signos de fortaleza, con un crecimiento proyectado del PIB del 2.3% en el cuarto trimestre de 2024, aunque ligeramente por debajo del 3.2% estimado anteriormente. El gasto del consumidor se ha mantenido sólido, pero la inversión privada ha mostrado señales de debilitamiento.
Otro aspecto clave de la reunión fue la renovación de la composición del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC). A los siete miembros de la Junta de Gobernadores se sumaron nuevos votantes, incluidos Austan Goolsbee de Chicago y Alberto Musalem de St. Louis. La votación fue unánime, reflejando consenso en mantener la tasa estable por ahora.
El futuro de la política monetaria sigue siendo incierto. Con la inflación aún por controlar y un panorama político tenso, la FED enfrenta el reto de equilibrar la estabilidad económica con la presión externa.