El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha confirmado la imposición de un arancel del 25% a las importaciones provenientes de México y Canadá a partir del 1 de febrero. Sin embargo, aún no está claro si esta medida incluirá el petróleo, pues Trump ha sugerido que la decisión dependerá del trato recibido por parte de estas naciones y del precio del crudo.
“El petróleo no tendrá nada que ver con esto en lo que a mí respecta”, declaró el presidente desde la Oficina Oval, aunque admitió que la decisión sobre su inclusión podría tomarse en cualquier momento.
Entre los motivos que justifican los aranceles, Trump mencionó el elevado número de inmigrantes, el tráfico de drogas y los supuestos subsidios que, según él, recibe México y Canadá a través del déficit comercial. Asimismo, advirtió que estas tarifas podrían incrementarse con el tiempo.
Ante esta situación, los gobiernos de México y Canadá han reiterado su disposición a responder con medidas equivalentes. Claudia Sheinbaum, presidenta de México, indicó que de aplicarse los aranceles estadounidenses, su país tomaría represalias, lo que podría repercutir en un aumento de precios para los consumidores estadounidenses.
Economistas advierten que estos aranceles podrían generar un impacto significativo. Carl Weinberg, analista de High Frequency Economics, estimó que la medida costará a la economía estadounidense alrededor de $250.000 millones anuales, lo que podría desacelerar el crecimiento del PIB en los próximos meses.








