Elon Musk y un grupo de poderosos inversionistas han sacudido el mundo de la inteligencia artificial con una oferta monumental de $97,400 millones para hacerse con OpenAI. La propuesta de Musk, presentada por su abogado Marc Toberoff, busca que OpenAI regrese a sus raíces como una organización de código abierto centrada en la seguridad de la IA.
El multimillonario ahora mano derecha del presidente electo Donald Trump, ha sido uno de los críticos más duros del giro comercial de OpenAi, argumentando que se ha alejado de su misión inicial.
Mientras tanto, OpenAI sigue creciendo de la mano de gigantes como Microsoft y SoftBank, que está cerca de invertir $40,000 millones en la empresa, valorándola en $260,000 millones.
El intento de Musk por recuperar el control que alguna vez tuvo sobre la empresa, fue rechazado tajantemente por el CEO Sam Altman, quien respondió con una burla que incendió las redes.
“No, gracias, pero compraremos Twitter por $9,740 millones si quieres”, escribió Altman en X, dejando claro que no tiene la menor intención de ceder OpenAI. El hombre más rico del mundo, visiblemente molesto, no tardó en responder, llamándolo “estafador” en varias publicaciones.
Musk, quien actualmente libra una batalla legal contra OpenAI, no parece dispuesto a rendirse. Con aliados como xAI y fondos de inversión de alto perfil, el magnate sigue buscando la forma de recuperar su lugar en la compañía que él mismo ayudó a fundar en 2015. La guerra por la inteligencia artificial está lejos de terminar.