El Departamento de Eficiencia Gubernamental de Elon Musk (DOGE) ha puesto su mira en el sistema del Servicio de Impuestos Internos (IRS) que alberga información altamente sensible de los contribuyentes. Según fuentes cercanas al asunto, la unidad dentro de la administración Trump busca acceder al Sistema Integrado de Recuperación de Datos, lo que le permitiría obtener un “acceso visual instantáneo” a cuentas fiscales.
Hasta el momento, DOGE no ha obtenido la autorización necesaria, pero la solicitud ya ha generado preocupación entre los demócratas, quienes advierten sobre el peligro de que registros fiscales puedan caer en manos de funcionarios sin restricciones legales. Lily Batchelder, exdirectora de la Oficina de Política Tributaria del Tesoro, señaló que nunca antes un designado político había tenido acceso a una base de datos de este tipo y alertó sobre “riesgos a la privacidad del contribuyente, la integridad del sistema tributario y el funcionamiento de la temporada de impuestos”.
Este movimiento de DOGE se da en un contexto de despidos masivos dentro del IRS, con la administración Trump evaluando la eliminación de miles de puestos en la agencia. Además, los intentos de DOGE de acceder a datos sensibles ya han generado una renuncia de alto perfil: Michelle King, excomisionada interina de la Administración del Seguro Social, dejó su cargo tras un intento previo de obtener registros confidenciales.
Mientras la Casa Blanca defiende la iniciativa alegando que buscan combatir el fraude y el despilfarro, la falta de transparencia sobre los motivos reales genera inquietud. Con una demanda en curso y tribunales analizando posibles límites a DOGE, el acceso a los datos de millones de estadounidenses pende de un hilo.
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