El mundo de las criptomonedas ha sido sacudido por el que ya se considera el robo más grande de la historia. La plataforma de intercambio Bybit fue víctima de un ciberataque masivo, en el que los hackers lograron sustraer $1,500 millones en activos digitales.
El ataque comprometió la billetera fría de Bybit, un sistema de almacenamiento fuera de línea diseñado para mayor seguridad. Los fondos robados, principalmente en Ether, fueron rápidamente transferidos a múltiples billeteras y liquidados en distintas plataformas.
El CEO de Bybit, Ben Zhou, intentó calmar a los usuarios con un mensaje en X: “Tenga la seguridad de que todas las demás billeteras frías son seguras. Todos los retiros son NORMALES”.
Los sospechosos: El temido Grupo Lazarus
La empresa de análisis Elliptic, junto con Arkham Intelligence, rastreó los fondos y vinculó el ataque al Grupo Lazarus de Corea del Norte, un colectivo de hackers patrocinado por el Estado. Este grupo ha sido responsable de desviar miles de millones de dólares en criptomonedas para financiar el régimen norcoreano.
“Hemos etiquetado las direcciones de los ladrones en nuestro software, para evitar que estos fondos sean retirados a través de otros intercambios”, explicó Tom Robinson, científico jefe de Elliptic.
Caos entre los usuarios y respuesta de Bybit
El hackeo desató una ola de retiros masivos, pues los usuarios temían que la plataforma se tornara insolvente. Sin embargo, Zhou aseguró que los retiros se han estabilizado y anunció que Bybit obtuvo un préstamo puente de socios no revelados para cubrir cualquier pérdida.
Este ataque supera con creces los robos anteriores, incluido el de Poly Network en 2021 ($611 millones) y el de Binance en 2022 ($570 millones).
Los expertos advierten que los robos a gran escala seguirán siendo una amenaza en el sector de las criptomonedas. “Cuanto más difícil hagamos que sea beneficiarse de delitos como este, con menos frecuencia ocurrirán”, concluyó Robinson.
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