El emblemático restaurante Hooters, famoso por su ambiente casual y su particular estilo de servicio, enfrenta un futuro incierto. Según un informe de Bloomberg, la compañía está evaluando seriamente la posibilidad de declararse en bancarrota como estrategia para reestructurar su negocio y afrontar su creciente deuda.
El medio, citando fuentes anónimas, reveló que la firma de abogados Ropes & Gray ya está involucrada en los preparativos de una posible declaración de quiebra, la cual podría presentarse en los tribunales en un plazo de dos meses si la empresa decide avanzar con el proceso.
La crisis financiera de Hooters no es un hecho aislado. La cadena ha lidiado con problemas de liquidez, una disminución en la afluencia de clientes y un entorno económico desafiante. Actualmente, cuenta con más de 410 sucursales a nivel mundial, según su sitio web oficial.
El posible cierre de Hooters ha generado revuelo en redes sociales. La estrella de la NBA Devin Booker reaccionó con un llamativo mensaje en X (antes Twitter): “Por favor, no vayan a @Hooters”. Por su parte, la influencer de golf Paige Spiranac también comentó la situación, reflejando la conmoción entre los seguidores del restaurante.
Desde 2019, Hooters pertenece a Nord Bay Capital y TriArtisan Capital Advisors, tras una transacción con HIG Capital y Chanticleer Holdings. Además, en años anteriores, la empresa emitió bonos respaldados por activos por un valor de $300 millones, según Bloomberg.
Fundada en los años 80 en Clearwater, Florida, Hooters surgió de la visión de seis emprendedores: Gil DiGiannantonio, Lynn Stewart, Ken Wimmer, Billy Ranieri, Dennis Johnson y Ed Droste, según el Tampa Bay Times. Ahora, su legado pende de un hilo mientras la compañía decide su próximo movimiento.
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