La administración de Donald Trump sigue intensificando su política migratoria con una nueva medida que obligará a los inmigrantes indocumentados a inscribirse en un registro federal. Quienes no cumplan con esta disposición podrían enfrentar multas, tiempo en prisión e incluso la deportación.
Este requisito se fundamenta en la Ley de Registro de Extranjeros de 1940, creada originalmente para identificar actividades subversivas y potenciales amenazas contra el gobierno de Estados Unidos. “La administración Trump hará cumplir todas nuestras leyes de inmigración; no elegiremos qué leyes aplicaremos”, afirmó el Departamento de Seguridad Nacional en un comunicado.
La norma afectará a todos los extranjeros de 14 años o más que no hayan sido registrados previamente por el gobierno estadounidense y que hayan permanecido en el país por más de 30 días. Deberán proporcionar su información y actualizar su dirección actual.
Esta no es la primera vez que un sistema de registro es utilizado con fines migratorios. Tras los atentados del 11 de septiembre, el expresidente George W. Bush implementó el NSEERS, un programa dirigido a varones de 16 años o más provenientes de 25 países, en su mayoría musulmanes.
Trump ha prometido llevar a cabo la mayor ola de deportaciones en la historia del país. Aunque en sus primeras semanas en el cargo ordenó unos 10,000 arrestos y fletó aviones militares para deportaciones masivas, el ritmo ha disminuido, generando frustración dentro de su administración y cambios en el liderazgo del ICE.
Mantente al día en la actualidad financiera con Comercio TV: