Forever 21, icónica cadena de moda rápida, se ha declarado en quiebra por segunda vez en seis años y se prepara para cerrar todas sus tiendas en Estados Unidos. La empresa, que ya inició liquidaciones en sus más de 350 establecimientos, señaló a los gigantes del comercio en línea Shein y Temu como los principales responsables de su declive. Aunque busca un comprador, hasta ahora no ha logrado concretar ninguna oferta viable.
Competencia feroz y un modelo de negocio insostenible
Según documentos judiciales, Forever 21 ha pasado meses buscando inversionistas, contactando a más de 200 posibles compradores, pero sin éxito. La empresa enfrentó un escenario complicado tras su primera bancarrota, viéndose afectada por la pandemia, una inflación histórica y la agresiva competencia de Shein y Temu.
Stephen Coulombe, codirector de reestructuración de la empresa, aseguró que la compañía fue “impactada de forma sustancial y negativa” por la exención de minimis, una laguna legal que permite la importación de productos de bajo costo sin aranceles. Esto ha dado a los minoristas extranjeros una ventaja competitiva frente a marcas como Forever 21, que deben pagar tarifas para vender en EE.UU.
Intentos fallidos por salvar la empresa
En 2023, Forever 21 intentó contrarrestar la amenaza de Shein aliándose con la marca china, pero la estrategia no logró revertir su declive. “La capacidad de los minoristas no estadounidenses de vender productos a precios drásticamente más bajos ha afectado significativamente la capacidad de la empresa para retener su base tradicional de clientes”, explicó Coulombe.
Aunque la empresa estadounidense enfrenta el cierre total de operaciones en EE.UU., la marca como tal seguirá existiendo. Sus tiendas en el extranjero y su plataforma en línea continuarán operando, ya que la propiedad intelectual de Forever 21, controlada por Authentic Brands Group, no está en venta.
De gigante de la moda a deuda millonaria
Forever 21, fundada en 1984, llegó a emplear a 43,000 personas y a generar más de $4,000 millones en ventas anuales en su apogeo. Sin embargo, la empresa acumuló más de $400 millones en pérdidas en los últimos tres años, incluyendo $150 millones solo en 2024. Actualmente, enfrenta una deuda de $1,580 millones en préstamos y más de $100 millones en pagos pendientes a fabricantes de ropa.
El CEO de Authentic Brands Group, Jamie Salter, admitió recientemente que comprar Forever 21 fue “probablemente el mayor error que he cometido”. Aunque la marca aún tiene reconocimiento global, la feroz competencia y un modelo de negocio obsoleto han llevado a la compañía a un punto sin retorno.