Un avión pintado con los colores de Xiamen aterrizó en Seattle como si nada… pero no venía de una ruta comercial. En realidad, estaba regresando a casa. Lo que parece un simple traslado de aeronave es, en el fondo, un golpe directo en medio de una guerra económica cada vez más turbulenta.
China ha comenzado a devolver aviones Boeing a Estados Unidos, en lo que muchos ven como una respuesta directa a los nuevos aranceles del 145% que Washington impuso sobre productos chinos. La devolución más reciente fue la de un Boeing 737 Max 8 que, originalmente, iba a ser entregado a la aerolínea Xiamen.
Según Reuters, se observó el aterrizaje del avión en un centro de producción de Boeing en Seattle. Otros dos aviones con destino a aerolíneas chinas también fueron retirados del mercado estadounidense, según informó The Air Current.
Bloomberg reportó la semana pasada que el gobierno chino habría ordenado a sus aerolíneas no aceptar más entregas de Boeing, aunque el Ministerio de Asuntos Exteriores aseguró no estar al tanto de ninguna directiva formal. Lo cierto es que los efectos ya se sienten: arrendadores chinos han visto cancelaciones de contratos, y aerolíneas locales están reevaluando sus entregas ante la posibilidad de pagar más impuestos por recibir aviones estadounidenses.
Boeing esperaba recuperar terreno en China tras cinco años de suspensión de entregas del modelo 737 MAX por razones de seguridad. Sin embargo, el clima político ha cambiado el enfoque. Aunque se han entregado 18 aviones en lo que va del año, las aerolíneas más grandes del país tienen encargos futuros que ahora podrían estar en riesgo. Si la tensión arancelaria se mantiene, lo que comenzó como una medida comercial podría derivar en un duro aterrizaje para Boeing.
Mantente al día en la actualidad financiera con Comercio TV: