Una app que prometía ser revolucionaria terminó desatando un escándalo de proporciones internacionales. Y ahora, los datos de miles de usuarios están en el centro de una tormenta digital.
La Comisión de Protección de Información Personal de Corea del Sur reveló que la startup china de inteligencia artificial DeepSeek transfirió información personal de usuarios locales a servidores en China y Estados Unidos sin el consentimiento requerido.
Esta conclusión surgió de una investigación iniciada tras la eliminación de la app del chatbot de DeepSeek de las tiendas coreanas en febrero.
Según el informe, DeepSeek envió datos sensibles, como indicaciones de inteligencia artificial, información del dispositivo, red y aplicaciones, a Beijing Volcano Engine Technology Co., una plataforma en la nube con sede en China. Aunque el PIPC identificó inicialmente a esta empresa como filial de ByteDance, luego aclaró que se trata de una entidad separada.
La compañía alegó que utilizó el servicio para mejorar la seguridad y experiencia del usuario, pero detuvo la transferencia de datos el 10 de abril. El organismo regulador ordenó destruir toda la información que fue enviada sin autorización y exigió la creación de protocolos legales para futuras transferencias internacionales de datos.
La polémica se agravó con el contexto geopolítico: varios gobiernos, como los de Taiwán, Australia y Estados Unidos, ya habían prohibido el uso de la app por parte de sus empleados públicos. Corea del Sur ahora se suma a la lista de países que cuestionan las prácticas de la tecnológica china.
DeepSeek, que había ganado notoriedad por su modelo R1, comparable a soluciones occidentales a una fracción del costo, ahora enfrenta acusaciones que podrían borrar su prometedor ascenso. ¿Privacidad? Parece que esa palabra no estaba en su código fuente.
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