Las calles de Wall Street arrancaron la semana con entusiasmo, aunque no sin nerviosismo. La tregua inesperada en la escalada comercial entre Estados Unidos y Europa permitió que los inversores soltaran el aire contenido tras el festivo del lunes. Pero nadie se atreve a cantar victoria: el calendario marca el 9 de julio como fecha límite y la amenaza de aranceles del 50% sigue latente.
Mercados al alza tras el gesto de Trump
El presidente Donald Trump decidió el fin de semana aplazar la aplicación de nuevos aranceles a la Unión Europea tras una llamada con Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. El gesto calmó temporalmente las tensiones y permitió que el S&P 500 subiera 1.7%, mientras el Nasdaq repuntaba más del 2%.
El dólar se fortaleció, los bonos del Tesoro ganaron terreno y el índice DAX alemán alcanzó un máximo histórico intradía. “Solo necesitamos superar esta incertidumbre para que empresas y consumidores puedan planificar con antelación”, comentó Eric Sterner, de Apollon Wealth Management.
Confianza del consumidor y Nvidia impulsan el ánimo
El Conference Board informó que la confianza del consumidor saltó a 98 puntos en mayo, desde 85.7 en abril, su mayor aumento desde noviembre. Además, los operadores de Wall Street apuestan fuerte por los resultados de Nvidia, que se publican este miércoles. Las opciones de compra más negociadas anticipan que las acciones podrían subir hasta los $150, superando los $131.29 del viernes.
El comercio con Europa: gigante silencioso
La decisión de Trump tiene impacto directo sobre el principal socio comercial de EE. UU.: la Unión Europea. En 2024, se importaron bienes europeos por un valor de $606,000 millones, mientras las exportaciones estadounidenses alcanzaron solo $370,000 millones, lo que representa un déficit de $235,600 millones. Aunque los servicios ayudan a equilibrar la balanza, reduciendo el déficit a $161,000 millones, Trump considera este desbalance “inaceptable”.
El comercio entre ambas potencias representa el 4.9% del PIB estadounidense, más que el comercio con China, que aporta el 2.2%. Los principales productos europeos que ingresan al mercado estadounidense son los farmacéuticos ($127,000 millones), automóviles ($45,200 millones), maquinaria, vino y perfumes. Por su parte, EE. UU. exporta petróleo, aviones ($32,300 millones), vehículos ($12,400 millones) y productos sanguíneos ($5,200 millones), entre otros.
Esta no sería la primera guerra comercial entre ambas potencias. En 2018, Trump impuso aranceles al acero y aluminio, lo que llevó a la UE a responder con gravámenes a productos emblemáticos estadounidenses. Solo con la llegada de Biden en 2021 se firmó una tregua parcial que eliminó algunos impuestos a cambio de concesiones mutuas. Hoy, la amenaza vuelve a encender los temores de una nueva confrontación.
Una calma tensa con fecha de caducidad
A pesar del entusiasmo actual, la advertencia sigue vigente. Trump ha sido claro: “La UE llamó para fijar fechas para las conversaciones comerciales”, escribió en Truth Social. Y aunque el bloque europeo dice querer evitar el “daño mutuo de los aranceles”, el reloj avanza hacia julio con mercados expectantes y una relación transatlántica al borde del abismo.
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