Una cifra no lo dice todo, pero cuando se trata de Nvidia, cada número es una declaración de poder.
La compañía superó este miércoles todas las expectativas del mercado con ganancias por acción de 96 centavos y unos ingresos que alcanzaron los $44,060 millones, por encima de los $43,310 millones que anticipaban los analistas. Las acciones subieron alrededor de un 4% tras el anuncio, reflejando la confianza renovada en el dominio de Nvidia en el campo de la inteligencia artificial.
Los ingresos netos también dieron un salto: $18,800 millones, equivalentes a 76 centavos por acción, frente a los $14,900 millones del año pasado. El CEO Jensen Huang fue contundente: “La demanda global de la infraestructura de inteligencia artificial de Nvidia es increíblemente fuerte”.
El negocio de centros de datos, el núcleo del crecimiento reciente, creció un 73% interanual y generó $39,100 millones, lo que representa el 88% del total. Sin embargo, no todo fue perfecto: las restricciones de exportación impuestas por el gobierno de EE. UU. a sus chips H20 destinados a China redujeron los ingresos en $2,500 millones y forzaron un cargo por inventario de $4,500 millones. Nvidia aseguró que, sin ese obstáculo, habría proyectado $8,000 millones más para el trimestre de julio.
Aun así, el margen bruto se vio afectado, cerrando en 61%, cuando pudo haber alcanzado el 71.3% sin el impacto chino. A pesar de la tensión geopolítica, Nvidia gastó $14,100 millones en recompras de acciones y pagó $244 millones en dividendos. Nada parece frenar su avance.
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