Un panel de tres jueces del Tribunal de Comercio Internacional de Estados Unidos anuló este miércoles los aranceles recíprocos impuestos por el presidente Donald Trump en abril, al considerar que el mandatario excedió su autoridad legal.
La medida, que afectaba a decenas de países con tarifas de hasta 84%, fue bloqueada de forma inmediata, generando una subida de 500 puntos en los futuros del Dow apenas se conoció la noticia.
El tribunal declaró que la IEEPA —ley que Trump utilizó para justificar los aranceles— no permite imponer impuestos globales sin la aprobación del Congreso.
“Las órdenes arancelarias mundiales y de represalia exceden cualquier autoridad otorgada al Presidente por la IEEPA para regular la importación mediante aranceles”, dictó el fallo. Además, desestimó los aranceles específicos contra México, Canadá y China relacionados con el narcotráfico, señalando que no había vínculo directo entre las drogas y los productos importados legalmente.
Reacción inmediata desde la Casa Blanca
La administración Trump apeló de inmediato ante el Tribunal de Apelaciones para el Circuito Federal, y no se descarta que el caso llegue a la Corte Suprema. El portavoz Kush Desai sostuvo: “No les corresponde a jueces no electos decidir cómo abordar adecuadamente una emergencia nacional”.
Añadió que los déficits comerciales “han diezmado a las comunidades estadounidenses” y que los jueces “no cuestionaron esos hechos”.
Un triunfo judicial con impacto económico
El fiscal general de Oregón, Dan Rayfield, celebró el veredicto: “Los aranceles radicales del presidente Trump fueron ilegales, imprudentes y económicamente devastadores”. Rayfield lideró una de las dos demandas que llevaron al fallo, junto a un grupo de cinco empresas afectadas.
“Desataron medidas de represalia, inflaron precios de productos esenciales e impusieron una carga injusta a las familias, las pequeñas empresas y los fabricantes estadounidenses”, afirmó.
Jack Slagle, fundador de NexINT Global, advirtió que esto no significa el fin del conflicto comercial. “Podemos esperar que el presidente y sus asesores comerciales revisen todas las opciones. Todo esto está lejos de terminar”, dijo a CNBC.
¿Y ahora qué sigue?
El tribunal dejó en claro que los aranceles anulados no podrán reinstalarse ni modificarse. No obstante, otros impuestos existentes, como los aplicados al acero y al aluminio, no fueron afectados.
El fallo representa el mayor revés judicial para la política comercial de Trump hasta la fecha. Y con la batalla legal apenas comenzando, el futuro de su estrategia arancelaria cuelga de un hilo.
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