La decisión llega en un contexto de creciente presión por los aranceles aplicados por el presidente Donald Trump, que ya están golpeando los márgenes de grandes corporaciones.
“Este programa de reestructuración es un paso importante para garantizar nuestra capacidad de implementar nuestro algoritmo a largo plazo en los próximos dos o tres años”, declaró André Schulten, director financiero de la compañía.
Procter & Gamble anunció que eliminará 7,000 empleos, lo que equivale al 15% de su plantilla no manufacturera, como parte de una reestructuración que se desplegará en los próximos dos años.
La multinacional, dueña de marcas como Pampers y Tide, enfrenta un crecimiento cada vez más débil en Estados Unidos. En su último trimestre fiscal, las ventas orgánicas en Norteamérica subieron apenas un 1%. Según Schulten, los aranceles generarán un impacto negativo de entre $3 y $4 centavos por acción solo en el cuarto trimestre. Para el año fiscal 2026, P&G estima una carga de $600 millones antes de impuestos por esta política comercial.
La reestructuración también incluye una revisión de su portafolio de marcas, cambios en la cadena de suministro y recortes dentro de su organización corporativa. La empresa estima que incurrirá en costos no recurrentes de entre $1,000 y $1,600 millones antes de impuestos.
Los mercados reaccionaron de inmediato. Las acciones de P&G cayeron más del 1% durante la sesión matutina. En lo que va del año, sus títulos acumulan una pérdida del 2%, contrastando con el leve avance del S&P 500, que ha subido más del 1%. La capitalización bursátil de la empresa se mantiene en $407,000 millones.
P&G no es la única que ajusta su estructura. Microsoft y Starbucks ya han anunciado despidos significativos este año. Mientras tanto, los ojos del mercado están puestos en el próximo informe de nóminas no agrícolas, que podría ofrecer más pistas sobre la salud del mercado laboral en medio de esta tormenta corporativa.
Mantente al día en la actualidad financiera conectándote a la señal en vivo de Comercio TV aquí.