El estrecho por donde fluye el 20% del petróleo mundial está en juego. Washington advierte que un bloqueo sería “una escalada masiva” con consecuencias devastadoras.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, lanzó un llamado directo a China para que contenga las amenazas de Irán de cerrar el Estrecho de Ormuz, una ruta marítima clave por la que transita aproximadamente el 20% del crudo mundial.
“Animo al gobierno chino en Pekín a que los contacte al respecto, ya que dependen en gran medida del Estrecho de Ormuz para obtener su petróleo”, declaró Rubio a Fox News.
Una advertencia con eco mundial
El riesgo no es menor. Irán, tras el bombardeo estadounidense a tres de sus instalaciones nucleares, advirtió que “se reserva todas las opciones para defender su soberanía”, según su ministro de Asuntos Exteriores. Medios estatales iraníes informaron que el parlamento respaldó la posibilidad de cerrar el Estrecho, aunque la decisión final corresponde al Consejo de Seguridad Nacional del país.
Cualquier interrupción en esta vía fluvial entre Irán y Omán tendría un impacto inmediato sobre los precios del petróleo. Según estimaciones de Goldman Sachs y Rapidan Energy, el crudo podría superar los $100 por barril si el cierre se mantiene por tiempo prolongado. Desde JPMorgan, sin embargo, consideran que el riesgo de una acción así sigue siendo bajo, dado que Estados Unidos lo interpretaría como un acto de guerra.
Una jugada peligrosa para Irán
Rubio fue enfático: “Sería un suicidio económico”. El propio Irán depende del estrecho para exportar su petróleo, la mayor parte del cual se destina a China. Con 3.3 millones de barriles diarios, Irán es el tercer productor de la OPEP. Solo el mes pasado, exportó 1.84 millones de barriles por día, casi todos rumbo a puertos chinos, según datos de Kpler.
“Sería una herida autoinfligida: cortar el Estrecho detendría el flujo de sus exportaciones de crudo a China, deteniendo una fuente clave de ingresos”, explicó Matt Smith, analista jefe de petróleo de Kpler.
Una posible respuesta militar liderada por EE. UU.
Rubio advirtió que Estados Unidos no se quedaría de brazos cruzados: “Sería, creo, una escalada masiva que ameritaría una respuesta, no solo nuestra, sino también de otros”. La Quinta Flota estadounidense, con base en Baréin, está preparada para defender el comercio marítimo en el Golfo Pérsico.
Mientras muchos en los mercados asumen que la Marina estadounidense resolvería una crisis así en cuestión de horas, algunos expertos disienten. “Podrían interrumpir, en nuestra opinión, el transporte marítimo a través de Ormuz por mucho más tiempo del que cree el mercado”, alertó Bob McNally, fundador de Rapidan Energy y ex asesor del presidente George W. Bush.
McNally fue claro: no se trata de una operación rápida. “Estados Unidos finalmente prevalecerá, pero no será pan comido”, afirmó en CNBC. El mundo mira hacia el estrecho, donde una chispa puede encender una tormenta de proporciones históricas.
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