El reciente alto al fuego entre Israel e Irán, promovido por Donald Trump, ha sido celebrado con entusiasmo desde la Casa Blanca, pero expertos advierten que la tregua es frágil y su motivación podría ser política.
“El presidente se adelantó anunciando un cese al fuego cuando aún faltaban horas para que fuera oficial”, explicó el analista Marco Frieri, quien aseguró que ambos países siguieron lanzando misiles hasta último minuto. “No se puede cantar victoria aún”, advirtió. Aunque el mandatario logró frenar un posible contraataque israelí, su rápido anuncio generó dudas sobre si busca logros reales o solo titulares favorables.
La polémica se intensificó con los ataques a instalaciones nucleares iraníes, realizados sin la aprobación del Congreso. Aunque Trump se ampara en el artículo 2 de la Constitución, Frieri recordó que “no avisar al partido de oposición rompe con los estándares” históricos del país. Esta decisión ha desatado críticas desde ambos partidos y abrió un debate legal sobre el equilibrio de poderes.
Mientras tanto, el presidente impulsa su controversial “big beautiful bill” e incluso ha señalado y criticado a los republicanos que no lo respaldan. “Trump está usando su aparente logro internacional como presión política interna”, señaló Frieri. Pero si ese paquete presupuestario no se aprueba, “sería un fracaso rotundo”.
Aunque la tregua en Medio Oriente sigue en pie, el impacto económico aún es incierto. Como advirtió Frieri: “Probablemente estamos celebrando prematuramente”. Y mientras tanto, Trump ya suena como candidato al Premio Nobel de la Paz.
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