Las cajas siguen llegando, pero los humanos ya no son los únicos que las movilizan. En los vastos centros logísticos de Amazon, algo está cambiando… y no todos celebran.
La compañía alcanzó un hito imponente al desplegar su robot número 1 millón, marcando una nueva etapa de automatización. Este ejército mecánico estará orquestado por un sistema de inteligencia artificial llamado “DeepFleet”, que según Amazon, puede reducir los tiempos de desplazamiento en un 10% y hacer las entregas más veloces y rentables.
Scott Dresser, vicepresidente de Amazon Robotics, afirmó que estos robots “realizan tareas pesadas y repetitivas, a la vez que crean nuevas oportunidades” para que los trabajadores desarrollen habilidades técnicas. Según Dresser, el nuevo centro logístico en Shreveport, Louisiana, necesitó un 30% más de empleados en mantenimiento e ingeniería.
Pero la automatización también viene con recortes. Andy Jassy, director ejecutivo de Amazon, declaró a CNBC que con la inteligencia artificial generativa “menos personas realizarán algunos de los trabajos que la tecnología realmente comienza a automatizar”. En un memorando, advirtió que la plantilla de la compañía se reducirá en los próximos años.
Amazon ya eliminó más de 27,000 empleos entre 2022 y 2023. La tendencia no es exclusiva: otras grandes empresas tecnológicas también están aplicando despidos masivos mientras integran IA.
Un informe del Foro Económico Mundial indicó que el 48% de los empleadores en EE. UU. planean reducir su plantilla por esta causa. La revolución tecnológica no solo está en marcha: ya está cobrando factura.
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