Tesla sorprendió al reportar 384,122 entregas de vehículos en el segundo trimestre, un descenso del 14% frente al año anterior. A pesar de ser su segunda caída interanual consecutiva, la noticia fue suficiente para impulsar sus acciones casi un 5%, superando las proyecciones más pesimistas de analistas y operadores que esperaban entre 356,000 y 364,000 unidades.
La producción alcanzó las 410,244 unidades, con 396,835 pertenecientes a los populares Model 3 y Model Y. De ellos, 373,728 fueron entregados. Tesla no reveló detalles por región o modelo, manteniendo su tradicional hermetismo. Sin embargo, lo más llamativo fue la cifra “susurrada” superada por un 4%, según Gene Munster de Deepwater Asset Management, lo que podría marcar el punto más bajo del año para la compañía.
La presión no es solo comercial. Tesla enfrenta una guerra abierta por el liderazgo en vehículos eléctricos, con fabricantes chinos imponiendo modelos más baratos y con mejor tecnología. A eso se suman los embates políticos. Elon Musk, cada vez más polarizador, ha sido objeto de protestas y críticas por sus posturas políticas, su apoyo a Donald Trump y sus intentos de rediseñar la estructura del gobierno federal.
La relación Musk-Trump se tensó aún más tras la aprobación del megaproyecto de ley fiscal del presidente, que podría recortar subsidios clave para Tesla, afectar su negocio de energía y reducir las ventas en 100,000 unidades anuales para 2035, según Energy Innovation.
Incluso la esperada Cybertruck ha tenido un camino accidentado: solo se entregaron 10,394 unidades y ha sido retirada ocho veces desde su lanzamiento en noviembre de 2023. No obstante, Tesla sigue siendo una bestia bursátil. A pesar de los tropiezos, su capitalización volvió a superar el billón de dólares. Todo apunta a que el 23 de julio, cuando presenten resultados, habrá más sorpresas.
Mantente al día en la actualidad financiera conectándote a la señal en vivo de Comercio TV aquí.