En una maniobra que agitó los mercados y tensó la diplomacia comercial global, el presidente Donald Trump anunció este lunes que 14 países enfrentarán aranceles generalizados a partir del 1 de agosto.
La revelación se hizo pública a través de una serie de publicaciones en Truth Social, donde Trump compartió cartas dirigidas a líderes de naciones como Japón, Corea del Sur, Malasia, Kazajistán, Sudáfrica, Laos y Myanmar, seguidas más tarde por otra tanda enviada a Bosnia and Herzegovina, Túnez, Indonesia, Bangladesh, Serbia, Camboya y Tailandia.
Según los documentos, los productos importados desde Japón, Corea del Sur, Malasia, Kazajistán y Túnez enfrentarán un arancel del 25%, mientras que Sudáfrica y Bosnia verán sus productos gravados con un 30%. Indonesia deberá lidiar con un impuesto del 32%, Bangladesh y Serbia con 35%, Camboya y Tailandia con 36%, y Laos y Myanmar encabezan la lista con un 40%.
Advertencia firme y sin concesiones
Las cartas firmadas por Trump subrayan que estos aranceles “quizás” puedan ser ajustados, pero solo si los países “eliminan” sus “barreras comerciales” y mejoran sus relaciones con Estados Unidos. “Nunca se decepcionará de los Estados Unidos de América”, reza una de las misivas. Además, se advierte que si alguno de estos países responde con tarifas propias, “el número que usted elija para aumentarlas se agregará al 25% que cobramos”.
Mercados en picada y una prórroga inesperada
Tras el anuncio, los mercados reaccionaron con fuerza. El Dow Jones cayó 422.17 puntos (-0.94%), cerrando en 44,406.36. El S&P 500 perdió 0.79%, terminando en 6,229.98, y el Nasdaq bajó 0.92%, finalizando en 20,412.52. Más tarde ese mismo día, Trump firmó una orden ejecutiva postergando la entrada en vigor de los aranceles del 9 de julio al 1 de agosto, alegando “recomendaciones de varios altos funcionarios”.
Déficits comerciales y geopolítica de los aranceles
Aunque Trump ha justificado los nuevos gravámenes como necesarios para “corregir los persistentes déficits comerciales”, lo cierto es que no todos los países afectados tienen superávits significativos con Estados Unidos. En 2024, el déficit comercial con Japón alcanzó los $68,500 millones, y con Corea del Sur, $66,000 millones.
Con Myanmar, por ejemplo, fue de apenas $579.3 millones. Aun así, Trump se ha mantenido firme en su postura, criticando las políticas de transbordo como un intento de evadir los aranceles, e imponiendo un arancel del 40% sobre tales prácticas en su reciente acuerdo preliminar con Vietnam.
Legalidad en disputa
Los aranceles de Trump ya enfrentan desafíos judiciales. Aunque un tribunal federal dictaminó en mayo que no tenía autoridad legal para imponerlos bajo la ley de poderes de emergencia, la Casa Blanca apeló. Mientras el proceso continúa, los aranceles siguen vigentes. Y con cada carta enviada, Trump deja claro que no piensa retroceder.
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