En la rutina diaria de los hospitales de Florida, miles de trabajadores mantienen en marcha el complejo engranaje de la atención médica. Lo que muchos desconocen es que, entre batas, bisturís y camas, más de una cuarta parte de esa fuerza laboral es inmigrante. Pero esta realidad podría cambiar abruptamente.
Según datos del censo analizados por KFF, Florida ocupa el cuarto lugar nacional en proporción de inmigrantes trabajando en hospitales: cerca del 27%, solo superado por California (32%), Nueva York (29%) y Nueva Jersey (29%). A nivel nacional, la cifra ronda el 16%, una proporción que refleja la creciente dependencia de los hospitales del personal nacido en el extranjero.
Sin embargo, las recientes medidas del presidente Donald Trump amenazan con trastocar ese equilibrio. A la ofensiva migratoria impulsada desde la Casa Blanca se suma el llamado “gran y hermoso proyecto de ley”, que recorta drásticamente el gasto federal en salud, con duros golpes a Medicaid y la Ley de Atención Médica Asequible.
Scott Hulver, analista de políticas de KFF, advierte: “Si no hay suficientes trabajadores, los hospitales podrían verse obligados a limitar sus servicios”.
La preocupación no se limita a médicos. Casi 30% del personal de limpieza y mantenimiento en hospitales también son inmigrantes, y su ausencia afectaría directamente la operación cotidiana. Además, el envejecimiento de la población estadounidense incrementará la demanda de atención médica, justo cuando se proyecta que millones perderán su seguro.
La paradoja es evidente: mientras la industria sanitaria requiere más personal para sostener su expansión, las políticas migratorias y presupuestarias apuntan en la dirección contraria.
Latinos destacan pero las dificultades siempre han estado presentes
La cirujana vascular cubanoamericana Omaida C. Velazquez alcanzó un hito en 2007 al convertirse en la primera mujer latina en liderar un departamento de cirugía en una universidad de alto nivel en EE. UU. Desde su puesto en la University of Miami, impulsó avances médicos en terapias génicas para enfermedades vasculares y cofundó una empresa especializada en este campo.
En 2023, fue removida de su cargo directivo y posteriormente presentó una demanda por presunta discriminación y represalias. Aunque dejó la dirección del departamento, continúa ejerciendo como profesora titular, evidenciando las dificultades que aún enfrentan muchas mujeres latinas en espacios de liderazgo dentro del sistema de salud.
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