Mientras muchos aún intentan adaptarse a la incertidumbre económica, millones de estadounidenses verán terminar abruptamente un alivio que había ofrecido un respiro temporal. A partir del 1 de agosto, la administración Trump pondrá fin al congelamiento de intereses para quienes se inscribieron en el plan SAVE, lo que marcará el fin de uno de los beneficios más significativos heredados del mandato de Joe Biden.
Según datos del Departamento de Educación, alrededor de 7.7 millones de prestatarios participaron en el plan SAVE, creado por Biden en 2023 y descrito como “el plan de préstamos estudiantiles más asequible de la historia”. Sin embargo, una serie de demandas lideradas por el Partido Republicano logró frenar su implementación, llevando a una “paciencia de litigio” que suspendió los pagos y los intereses.
“Hay un breve período antes de que los intereses comiencen a acumularse nuevamente para los prestatarios del Plan SAVE, y necesitan reservar algo de tiempo para decidir sus próximos pasos”, advirtió Elaine Rubin, portavoz de Edvisors.
La administración Trump declaró que la indulgencia SAVE carece de base legal, y acusó al gobierno anterior de imponer una tasa del 0% sin autoridad: “El Departamento de Educación carece de autoridad para aplicar a los prestatarios una tasa de interés del 0%”, señaló en su comunicado. Aunque no se aplicarán intereses retroactivos, quienes no actúen de inmediato verán crecer su deuda en cuestión de días.
Mark Kantrowitz, experto en educación superior, confirmó que el único plan disponible actualmente es el Plan de Pago Basado en los Ingresos. El nuevo plan RAP, incluido en el “gran y hermoso proyecto de ley” de Donald Trump, no estará activo hasta 2026.
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