Los mercados financieros amanecieron con un aire de expectativa este martes, en medio de tensiones comerciales y con la vista puesta en las próximas decisiones de la Reserva Federal. Los inversores, atentos a cualquier dato que pueda alterar las proyecciones de política monetaria, recibieron cifras de inflación que, aunque al alza, no alcanzaron las previsiones más pesimistas y generaron un impulso inmediato en los índices bursátiles.
Según la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), el índice de precios al consumidor (IPC) subió 0.2% en julio y 2.7% en los últimos 12 meses, por debajo del 2.8% estimado. Sin alimentos y energía, el aumento fue de 0.3% mensual y 3.1% anual, el mayor avance desde enero en la lectura mensual y el más alto desde febrero en la anual. La vivienda fue el principal motor con un alza de 0.2%, mientras que la energía cayó 1.1% y los alimentos se mantuvieron sin cambios. En transporte y atención médica, los incrementos fueron de 0.8%.
El impacto moderado de los aranceles
Aunque las medidas comerciales de Donald Trump aparecieron en algunas categorías, su efecto fue menor al esperado. Bienes como artículos para el hogar subieron 0.7%, pero la ropa apenas 0.1% y los autos nuevos se mantuvieron estables, mientras que los autos usados repuntaron 0.5%. “Los aranceles se reflejan en las cifras, pero ciertamente no son alarmantes en este momento”, señaló Jared Bernstein en CNBC.
Las frutas y verduras enlatadas, a pesar de ser importadas y sensibles a los aranceles, no registraron cambios. Este comportamiento ha sido interpretado por algunos economistas como señal de que el impacto de las tarifas podría ser más puntual que estructural, aunque la amplitud de productos cubiertos por las medidas de Trump mantiene latente el riesgo de presiones sostenidas en el tiempo.
La publicación del dato reforzó las apuestas a un recorte de tasas en septiembre, con los futuros de la FED descontando además un 67% de probabilidad de otro ajuste en octubre, frente al 55% previo al informe. Ellen Zentner, de Morgan Stanley Wealth Management, advirtió que “a corto plazo, los mercados aceptarán estas cifras”, aunque a largo plazo los aranceles podrían seguir afectando la trayectoria de los precios.
FED en el centro del escenario
Si bien la FED utiliza principalmente el índice de precios del gasto de consumo personal, el IPC y el índice de precios al productor, que se publicará el jueves, son insumos clave para su análisis. La dinámica inflacionaria, combinada con la debilidad reciente en el mercado laboral, ha incrementado la probabilidad de que el banco central opte por relajar la política monetaria antes de fin de año.
Las ganancias por hora ajustadas a la inflación apenas avanzaron 0.1% en el mes, dejando el aumento anual en 1.2%, lo que añade presión para adoptar medidas de estímulo. Con los mercados financieros proyectando ya un cambio de ciclo monetario, cada nuevo dato será examinado con lupa. El reto para la FED será equilibrar la desaceleración económica con el riesgo de que los precios, impulsados por las políticas arancelarias, repunten con fuerza en los próximos meses.