Los jugadores que pensaban que lo peor de la crisis de suministros ya había pasado se toparán ahora con un nuevo obstáculo. Esta semana, quienes quieran hacerse con una PlayStation 5 deberán desembolsar más dinero que hace apenas unos días.
Sony confirmó que el precio de su consola estrella aumentará en Estados Unidos en $50. La PlayStation 5 Edición Digital básica pasa de $450 a $500, mientras que la versión con lector de discos sube de $500 a $550. La más potente, la PlayStation 5 Pro, se disparará de $700 a $750. La compañía aclaró que los accesorios, como los mandos, mantendrán su valor.
Aunque Sony evitó señalar directamente a la Casa Blanca, el contexto es ineludible. El plan arancelario del presidente Donald Trump, anunciado en abril y que ya rige en gran parte de los países, impone un arancel del 30% a productos importados de China. Japón, sede de Sony, fue golpeado con un arancel del 15%. Desde hace meses, analistas y compañías advertían que la presión terminaría trasladándose a los consumidores. “Al igual que muchas empresas globales, seguimos atravesando un entorno económico desafiante”, escribió Sony en su blog oficial.
Los ejecutivos de la tecnológica reconocieron que trabajan en la diversificación de la cadena de suministro para reducir la dependencia de China, pero admitieron que el entorno es complejo. “Pretendemos adoptar un enfoque flexible en la toma de decisiones, monitoreando la sensibilidad de los precios al consumidor”, señalaron en una conferencia con analistas.
La competencia tampoco escapa a este escenario. Microsoft ya subió sus Xbox en mayo, y Nintendo ajustó los precios de su Switch original este mes, aunque decidió mantener la reserva de la esperada Switch 2.
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