Las acciones de Gap Inc. retrocedieron en operaciones extendidas luego de que la compañía advirtió que los aranceles tendrán un mayor impacto del previsto en sus ganancias. La firma ahora estima un costo adicional de entre $150 millones y $175 millones, frente al rango anterior de $100 millones a $150 millones.
El margen operativo anual se situará entre 6.7% y 7.0%, por debajo del 7.4% del ejercicio previo. Para el trimestre actual, la empresa espera que su margen bruto caiga entre 1.5 y 1.7 puntos porcentuales, reflejo directo de la presión arancelaria.
En su segundo trimestre fiscal, Gap reportó ganancias por acción de $0.57, ligeramente por encima de lo esperado, pero con ingresos de $3.73 mil millones, por debajo de las previsiones de Wall Street. Las ventas comparables crecieron un 1%, insuficientes frente al 1.9% que anticipaban los analistas.
El desempeño por marcas mostró contrastes. Old Navy, la división más fuerte, aportó $2.2 mil millones en ventas (+1%), mientras que la marca Gap sumó $772 millones (+1%), encadenando su séptimo trimestre consecutivo de crecimiento en ventas comparables. Banana Republic registró un retroceso de 1% en ventas, aunque sorprendió con un alza de 4% en ventas comparables. En contraste, Athleta cayó 11% en ingresos, con ventas comparables a la baja en 9%, lo que llevó a la compañía a nombrar a Maggie Gauger, exejecutiva de Nike, como nueva CEO para impulsar su reposicionamiento.
El director ejecutivo Richard Dickson reconoció que Athleta perdió foco en su consumidor principal, aunque destacó los avances del grupo en liquidez —que asciende a $2.2 mil millones— y en la revitalización cultural de sus marcas. Campañas como “Better in Denim”, que se viralizó en TikTok, y colaboraciones con figuras como Beyoncé y Sydney Sweeney buscan consolidar la presencia de Gap en el competitivo mercado del denim frente a Levi’s y American Eagle.
Pese a los costos arancelarios, Gap reafirmó su previsión de ventas netas para el año fiscal 2025, con un crecimiento esperado de entre 1% y 2%, y proyecta que la presión de tarifas no afectará los resultados más allá de 2026.
El impacto de estos ajustes no es menor para consumidores hispanos en Estados Unidos, quienes conforman una parte relevante de la fuerza laboral y clientela en sectores de retail y moda. La estrategia de aumentos de precios selectivos y la diversificación de proveedores podrían trasladarse al consumidor final, encareciendo prendas básicas en un segmento donde muchas familias latinas buscan opciones accesibles.
En Wall Street, la reacción inmediata fue negativa. Los inversionistas esperaban un trimestre más sólido tras seis periodos de crecimiento consecutivo en ventas comparables. El mercado anticipa que Gap deberá equilibrar el efecto de los aranceles con una oferta de productos más ajustada a su base de clientes y una disciplina en márgenes para mantener la confianza.
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