Una de las marcas más reconocidas de higiene oral en Estados Unidos se prepara para modificar la forma en que muestra su producto en los estantes. El cambio no responde a tendencias de mercado ni a nuevos diseños creativos, sino a presiones políticas y legales que han encendido un debate nacional.
El Fiscal General de Texas, Ken Paxton, anunció que a partir del 1 de noviembre Colgate-Palmolive ajustará su empaque para mostrar “cantidades seguras y apropiadas para la edad de pasta de dientes” en menores de seis años. “Las imágenes reflejarán una cantidad del tamaño de un guisante y no los grandes remolinos que inducen a error a los padres”, afirmó Paxton. El compromiso abarca marcas como Colgate, Tom’s of Maine y Hello.
El acuerdo surge tras una investigación abierta en mayo contra Colgate y Procter & Gamble, fabricante de Crest, acusadas de alentar el uso excesivo de flúor en niños. Mientras que el caso de Procter & Gamble sigue en curso, Paxton celebró la decisión de Colgate como un impulso a su iniciativa Make America Healthy Again, ligada al secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr.
En mayo de 2025, el fiscal general de Texas, Ken Paxton, abrió un frente legal contra las grandes compañías de pasta dental, acusándolas de mostrar imágenes engañosas que inducen a los padres a usar dosis de flúor mayores a las recomendadas en niños pequeños. Según Paxton, los anuncios de Colgate y Crest, con cepillos rebosantes de pasta, llevan a prácticas que podrían poner en riesgo la salud infantil. El funcionario advirtió que esas representaciones no reflejan las cantidades seguras —del tamaño de un guisante para menores de seis años— y presentó acciones formales para exigir cambios en empaques y campañas de mercadeo.
La controversia cobró fuerza tras la publicación, en enero de 2025, de un estudio internacional que encontró vínculos entre altos niveles de exposición al flúor y descensos en el coeficiente intelectual infantil. Aunque los propios investigadores señalaron limitaciones en los datos, el informe encendió alarmas en Texas y dio argumentos a quienes piden mayor regulación. Mientras tanto, organizaciones médicas insisten en que, usado en dosis correctas, el flúor sigue siendo esencial para prevenir caries. El debate ahora enfrenta a autoridades de salud, expertos en odontología y grupos políticos, con familias preocupadas en el centro de la discusión.
Robert F. Kennedy Jr., actual secretario de Salud y Servicios Humanos en la administración Trump, ha sido un fuerte crítico de la fluoración. Ha señalado, sin pruebas concluyentes, que la exposición al flúor podría afectar el desarrollo cognitivo infantil y estar vinculada a cáncer y trastornos hormonales.
Colgate, con sede en Nueva York, no se ha referido de inmediato sobre el acuerdo, pero es claro que los cambios obedecen a un trasfondo real y cuidadosamente validado por expertos en que se hizo evidente la necesidad de modificar sus imágenes publicitarias debido a que las cantidades que mostraban eran superiores a las recomendadas en niños. Se ha sentado un precedente en el que la salud infantil está por encima del impulso del consumo por parte de las grandes trasnacionales.
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