Los conductores estadounidenses vuelven a recibir advertencias sobre posibles fallos en sus autos. Esta vez, el gigante automotriz Ford enfrenta un retiro de casi 625,000 vehículos por defectos en los cinturones de seguridad y las cámaras traseras, una medida que subraya la presión que enfrenta la compañía para reforzar la calidad y confianza en sus modelos.
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) informó que 332,778 unidades del Mustang fabricadas entre 2015 y 2017 presentan un riesgo de corrosión en los cables del pretensor del cinturón de seguridad delantero. Según el organismo, el agua y la sal en las carreteras pueden dañar los componentes, lo que podría impedir que el cinturón funcione correctamente durante un accidente y aumentar el riesgo de lesiones graves.
El retiro también afecta a 291,901 camionetas Super Duty F-250, F-350 y F-450 de los años 2020 a 2022. En estos modelos, el sistema de cámara de visión de 360 grados puede fallar bajo ciertas condiciones de luz, impidiendo que la imagen trasera se muestre correctamente. El fallo podría elevar las probabilidades de un choque al maniobrar en reversa.
Ford señaló que los concesionarios actualizarán el software del módulo de procesamiento de imágenes sin costo para los propietarios. Las notificaciones comenzarán a enviarse el 20 de octubre, con una solución definitiva prevista para marzo de 2026. En cuanto a los cinturones, las reparaciones también serán gratuitas y se espera que las correcciones estén disponibles en enero de 2026.
La compañía aseguró que su prioridad es la seguridad del cliente. “Estamos comprometidos con detectar y resolver los problemas con rapidez. Hemos duplicado nuestro equipo técnico y de seguridad en los últimos dos años”, indicó Ford.
Este nuevo retiro se suma a una larga lista de alertas recientes. En julio, la automotriz retiró más de 694,000 unidades de Bronco Sport y Escape por riesgo de incendio y otros 850,000 Ford y Lincoln por fallas adicionales. La reiteración de incidentes ha encendido las alarmas sobre la durabilidad y control de calidad en una de las marcas más icónicas del país.
En Latinoamérica, los consumidores suelen desconocer que pueden reportar fallas graves a las autoridades, y muchas veces las reparaciones se manejan caso por caso. Esto reduce la presión pública y legal para emitir llamados masivos.
En Colombia, México, Chile o Brasil sí se han dado algunos retiros limitados, sobre todo por airbags defectuosos de Takata o fallos en frenos y sistemas eléctricos. Sin embargo, los anuncios suelen llegar meses o incluso años después de los retiros en EE. UU., y rara vez alcanzan la misma cobertura mediática.
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