El gigante juguetero enfrenta una de sus pruebas más duras del año. Aunque la marca Barbie sigue siendo un ícono global, las tensiones comerciales y los altos aranceles han puesto en aprietos a Mattel, que presentó resultados trimestrales muy por debajo de las previsiones del mercado.
La empresa reportó ingresos por $1,740 millones frente a los $1,830 millones esperados y ganancias ajustadas de $0.89 por acción, por debajo de los $1.07 previstos. Su utilidad neta cayó a $278 millones, equivalente a $0.88 por acción, desde los $372 millones o $1.09 del año anterior. Las ventas netas descendieron 6%, marcando el primer incumplimiento de estimaciones en tres trimestres.
El golpe más fuerte vino de Norteamérica, donde las ventas se desplomaron 12%, especialmente en las líneas de bebés y preescolares. En contraste, el mercado internacional creció 3%. Las ventas globales de Barbie cayeron 17% y las de Fisher-Price 19%, mientras que Hot Wheels mostró un avance de 8%.
Mattel atribuye parte del retroceso a los cambios en los patrones de compra de los minoristas y a los aranceles impulsados por la administración Trump. Aun así, su CEO, Ynon Kreiz, aseguró que los fundamentos del negocio siguen sólidos y que los pedidos en EE. UU. se han acelerado en el cuarto trimestre.
Para 2025, la empresa proyecta un crecimiento de ventas entre 1% y 3% y ganancias por acción de entre $1.54 y $1.66. La compañía apuesta ahora por su alianza con Hasbro y Netflix para capitalizar el éxito de KPop Demon Hunters con nuevas líneas de productos.
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