El entusiasmo inicial por el repunte de Tesla se desvaneció rápidamente. Aunque la compañía de Elon Musk sorprendió con un aumento de ingresos tras dos trimestres en caída, las cifras finales no lograron convencer a los inversores, que castigaron sus acciones al cierre del mercado. Detrás del balance, las dudas sobre la rentabilidad y la dirección estratégica volvieron a dominar la conversación.
Ingresos al alza, beneficios en retroceso
Tesla reportó un incremento del 12% en sus ingresos del tercer trimestre, alcanzando $28,100 millones, por encima de los $26,370 millones esperados. Sin embargo, las ganancias ajustadas fueron de $0.50 por acción, por debajo de los $0.54 proyectados por los analistas. La caída en las utilidades netas fue notable: $1,370 millones, equivalentes a $0.39 por acción, frente a los $2,170 millones del año anterior.
El descenso del 37% en las ganancias se atribuye a la reducción de precios en los vehículos eléctricos y a un aumento del 50% en los costos operativos, impulsados por inversiones en inteligencia artificial y proyectos de investigación. La compañía también reportó una baja del 44% en los ingresos provenientes de créditos regulatorios, que cayeron a $417 millones.
El fin de los créditos fiscales federales para autos eléctricos, eliminado por la ley de gastos del presidente Donald Trump, provocó un impulso temporal en las ventas, ya que los consumidores se apresuraron a aprovechar el beneficio antes de su desaparición.
Expectativas frustradas y promesas sin calendario
A pesar del crecimiento en ingresos, las acciones de Tesla cayeron casi 5% tras la presentación de resultados. Los analistas señalaron que la empresa ofreció pocas proyecciones concretas. Musk reiteró sus visiones sobre robotaxis, inteligencia artificial y robots humanoides, pero evitó dar fechas o cifras claras.
El negocio energético de Tesla fue el punto más fuerte del trimestre, con un aumento del 44% en ingresos hasta $3,420 millones, impulsado por la demanda de baterías Megapack y sistemas solares. Sin embargo, la división automotriz mostró debilidad en Europa, donde las ventas cayeron por la competencia de Volkswagen y BYD, además del impacto negativo de la imagen pública de Musk.
Durante la llamada con inversionistas, Tesla confirmó que planea iniciar la producción del Cybercab y del Megapack 3 en 2026, mientras avanza con el desarrollo de su robot Optimus V3. El vicepresidente Lars Moravy señaló que los primeros camiones eléctricos Semi ya están en validación, aunque la línea de producción aún está “en construcción”.
Pese al repunte reciente, las acciones de Tesla acumulan solo un avance de 9% en 2025, por debajo del rendimiento de otros gigantes tecnológicos. La falta de claridad en las metas y los crecientes costos parecen frenar el optimismo en torno a la compañía.
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