En medio de una competencia estratégica cada vez más intensa entre China y Estados Unidos, un segmento tecnológico está avanzando con una velocidad que incluso sorprende a los analistas: los dispositivos inteligentes impulsados por inteligencia artificial. El fenómeno abarca desde herramientas prácticas para oficinas hasta inventos que rozan lo extravagante, todos diseñados para captar usuarios y generar datos en una escala inédita.
Una ventaja basada en la capacidad de fabricación
“El mercado ya está en auge”, afirmó el Dr. Kai-Fu Lee, director ejecutivo de 01.AI y presidente de Sinovation Ventures, quien sostiene que la fortaleza de China radica en su condición de “nación manufacturera”. Aunque hoy la competencia global se centra en “software, modelos, agentes y aplicaciones”, Lee advierte que pronto se trasladará a los dispositivos, un terreno en el que China ya está tomando impulso.
El éxito de Meta con millones de gafas inteligentes vendidas desde 2023 abrió una carrera en la que más de 70 empresas chinas buscan posicionarse. Productos de firmas como Inmo y Rokid ya se comercializan globalmente, mientras que compañías como Xiaomi y Alibaba desarrollan modelos exclusivos para el mercado interno integrados con sus sistemas de IA.
Entre las innovaciones más comentadas está el DingTalk A1 de Alibaba, un dispositivo del tamaño de una tarjeta de crédito capaz de grabar, transcribir y analizar discursos desde 8 metros. Para el entorno laboral, promete transformar reuniones extensas en resúmenes automáticos. El dispositivo recuerda al Plaud Note, hoy disponible en EE. UU.
Experimentación, adopción masiva y límites del hardware
China también está explorando dispositivos inusuales. Uno de ellos es el traductor “Native Language Star”, creado por Le Le Gaoshang Education Technology para ayudar a padres chinos con poco dominio del inglés a enseñarlo a sus hijos. El aparato se coloca alrededor del cuello como una almohada de viaje y tiene una boquilla que cubre parcialmente la boca para silenciar la voz del usuario. Utiliza la IA de Tencent e iFlyTek y se promociona como una herramienta capaz de hacer que un padre suene como un “laowai” (extranjero), con un precio de $420.
Para Tom van Dillen, consultor de Greenkern, este ecosistema permite que “el mercado ya esté repleto” de dispositivos cuando en otros países aún se debate su futuro, creando un ciclo virtuoso de retroalimentación para mejorar la IA. Sin embargo, Lee advierte que esta ventaja no garantiza el liderazgo global si la tecnología china carece de atractivo internacional o si surge preocupación por temas de privacidad. Aun así, China ha demostrado que posee ingenieros, emprendedores y un entorno propicio para innovar, consolidando un terreno fértil que podría definir la próxima generación de dispositivos inteligentes.
Mira la señal en vivo de Comercio TV aquí y mantente al día en la actualidad financiera








