A pocos días de una de las fechas más concurridas del calendario, una operación federal silenciosa avanzaba entre seguimientos, mensajes interceptados y reuniones encubiertas. Lo que parecía una investigación más terminó revelando un plan que, según las autoridades, buscaba causar daño coordinado en un momento simbólico.
El Departamento de Justicia anunció el arresto de cuatro personas acusadas de planear atentados con explosivos en el área de Los Ángeles en la víspera de Año Nuevo. La fiscal general Pam Bondi informó en X que los detenidos estarían vinculados al Frente de Liberación de la Isla Tortuga, al que describió como un grupo de “extrema izquierda”, y que el plan contemplaba “una serie de atentados contra múltiples objetivos en California”.
De acuerdo con una denuncia penal, los sospechosos habían adquirido “materiales para fabricar bombas y viajado a un lugar remoto en el desierto de Mojave para construir y detonar dispositivos explosivos de prueba el 12 de diciembre de 2025”. Los agentes del FBI intervinieron “antes de que terminaran de ensamblar un dispositivo explosivo funcional”, señala el expediente judicial.
Los arrestados fueron identificados como Audrey Illeene Carroll, Zachary Aaron Page, Dante Gaffield y Tina Lai. Enfrentan cargos de “conspiración y posesión de un dispositivo destructivo no registrado”, según explicó Bill Essayli, primer fiscal adjunto de Estados Unidos en el Distrito Central de California. La investigación incluyó la participación de un informante y de un empleado encubierto del FBI.
El expediente sostiene que Carroll entregó a una fuente confidencial un documento manuscrito titulado “OPERACIÓN SOL DE MEDIANOCHE”, en el que se detallaba un plan para colocar mochilas con “ieds”, o dispositivos explosivos improvisados, que serían detonados de forma simultánea en cinco lugares a la medianoche del 31 de diciembre de 2025. Según el texto, los objetivos estaban relacionados con dos empresas que “afectan el comercio interestatal y exterior”.
En mensajes citados por los fiscales, Carroll habría minimizado el riesgo para terceros. “Si veían a alguna persona, como un guardia de seguridad, les advertirían”, indicó una nota al pie del documento. En otro mensaje, la acusada escribió que tenía “una especie de cuaderno donde anoté múltiples planes”, al que se refirió como “mi diario terrorista”.
El fiscal Essayli afirmó que las autoridades creen haber detenido a todos los implicados en el complot, aunque una quinta persona, miembro del grupo pero no vinculada al plan, fue arrestada en Louisiana.
El caso se produce en un contexto en el que el Departamento de Justicia, bajo la presidencia de Donald Trump, ha intensificado su enfoque contra presuntas amenazas de grupos de izquierda, una estrategia que continúa generando debate sobre sus alcances y consecuencias.
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