Durante décadas, el debate sobre el cannabis en Estados Unidos avanzó entre cautela política, presión social y límites regulatorios casi inamovibles. Sin embargo, una decisión tomada desde la Casa Blanca volvió a colocar el tema en el centro de la agenda nacional y reactivó discusiones que parecían estancadas.
El presidente Donald Trump firmó el jueves una orden ejecutiva que instruye a las agencias federales a reclasificar la marihuana, relajando restricciones históricas y marcando el giro más relevante en la política estadounidense sobre el cannabis en más de 50 años. Una vez finalizado el proceso por la DEA, la sustancia pasará de la Lista I —donde se ubica junto a la heroína y el LSD— a la Lista III, categoría que incluye drogas con uso médico aceptado y menor potencial de abuso, como la ketamina y el Tylenol con codeína.
“Esta acción ha sido solicitada por pacientes estadounidenses que sufren dolor extremo, enfermedades incurables, cánceres agresivos, trastornos convulsivos, problemas neurológicos y más”, afirmó Trump desde la Oficina Oval. El mandatario subrayó que la medida también responde a las necesidades de “numerosos veteranos con lesiones relacionadas con el servicio y estadounidenses mayores que viven con problemas médicos crónicos”.
En paralelo, altos funcionarios de la Casa Blanca anticiparon que los Centers for Medicare and Medicaid Services, bajo la dirección del Dr. Mehmet Oz, lanzarán en abril un programa piloto que permitirá a ciertos beneficiarios de Medicare acceder gratuitamente a productos de CBD recomendados por médicos, siempre que cumplan con normas estatales y federales de calidad, origen certificado y pruebas independientes.
La reacción del mercado fue inmediata y negativa para varias compañías del sector. Trulieve cerró con una caída cercana al 23%, Green Thumb Industries perdió más del 16% y Tilray Brands retrocedió alrededor de 4%. El ETF de cannabis de AdvisorShares cayó casi 27%. Aun así, Ben Kovler, fundador y CEO de Green Thumb, sostuvo que “millones de pacientes registrados… dependen del cannabis para aliviar síntomas crónicos y debilitantes” y calificó la decisión como “histórica”.
Analistas señalan que la reclasificación libera a las empresas de la Sección 280E del IRS, permitiéndoles deducir gastos básicos y facilitando el acceso a banca y capital institucional. Trump aclaró que “la orden… no legaliza la marihuana de ninguna manera”, pero expertos coinciden en que el cambio abre un nuevo capítulo para la investigación, la industria y la política pública, con efectos que se extenderán mucho más allá del mercado del cannabis.
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