Recopilar información de los usuarios para luego venderla en forma de publicidad o con otros fines, se ha vuelto en una de las industrias más lucrativas del planeta y el hardware es una de sus principales herramientas.
Para empresas como Apple y Google, es muy importante tener una posición de liderazgo en el mercado de dispositivos portátiles ya que es una fructífera forma de obtener información, incluidos datos biométricos sobre el cuerpo humano, los cuales son potencialmente lucrativos.
Apple, con su reloj inteligente el cual entre otras tareas hace seguimiento a indicadores de salud, está dominando el mercado, especialmente en América del Norte.
Alphabet, casa matriz de Google, históricamente ha tenido problemas con el hardware, sin embargo últimamente ha cambiado su enfoque. Recientemente la empresa adquirió al fabricante de relojes inteligentes Fitbit por la suma de $2.1 billones de dólares.
Google pagó US$7.35 por acción de Fitbit, empresa que tiene sede en San Francisco, según un comunicado difundido el viernes pasado. Esta cifra supone una prima del 71% respecto a la cotización de Fitbit antes de la oferta. Es la segunda compra más importante de Google este año, después de pagar en junio $2.6 billones por Looker, que es un proveedor de software en la nube.
Este acuerdo entre el gigante tecnológico y el fabricante de teléfonos inteligentes seguramente atraerá el escrutinio regulatorio. Actualmente Google está siendo investigado por posibles prácticas anticompetitivas relacionadas con la gestión de los datos de sus usuarios y la forma en que opera en el mercado de publicidad digital. Los reguladores en Estados Unidos y en otros lugares probablemente tendrán preguntas sobre lo que Google pretende hacer con los datos recaudados a través de Fitbit.
El acuerdo beneficia a Google en varios frentes. El primero de ellos es el reconocimiento de marca ya que a diferencia de Android Wear, Fitbit tiene mejor posición en el mercado y ha vendido más de 100 millones de dispositivos. Por otra parte, las aplicaciones médicas que ha desarrollado Fitbit tales como detectar arritmia cardíaca y apnea del sueño podría ayudar a impulsar a Google hacia el sector de la atención médica.El otro frente son las relaciones en la industria de la salud, las cuales se afianzarán con este acuerdo. Finalmente, los datos, es la materia prima con la que Google produce billones y con la incorporación de este reloj inteligente a su portafolio, indudablemente se fortalecerán sus capacidades.
Google se encuentra aún muy lejos de Apple en materia de salud. Apple lanzó por primera vez el Apple Watch en 2015, y los wearables ya son una parte central de su negocio: fue el segmento comercial de más rápido crecimiento de Apple en el trimestre que terminó el 30 de septiembre. La compañía ha estado trabajando durante años en la investigación en esta área. Entre tanto, para Alphabet, los wearables nunca han contribuido significativamente a los ingresos de su negocio, y su investigación sobre temas de salud se ha dispersado por toda la compañía, incluso en subsidiarias como DeepMind (inteligencia artificial) y Verily (investigación médica).