Una gran preocupación ronda en los pasillos de los centros comerciales. La cuarentena ha provocado el cierre de estos espacios públicos y los arrendatarios no están en capacidad de pagar sus alquileres. Bajo esta realidad ¿cómo podrán pagar los propietarios de locales comerciales sus hipotecas y demás obligaciones?
Triple Five Group, propietario de Mall of America y American Dream, afirmó que les preocupa que algunos de sus inquilinos no paguen el alquiler, lo cual merma su capacidad de pagar las hipotecas.
Entre tanto, empresas como Cheescake Factory, ha dicho públicamente que no pagará el alquiler en abril. Por otra parte, Lululemon, dijo que pagó el alquiler de abril. Este último caso es la excepción y la gran mayoría se encuentran en aprietos económicos, motivo por el cual un grupo de minoristas solicitan reducir los alquileres a un porcentaje menor o retrasar el pago a una fecha posterior.
El propietario de un centro comercial estadounidense, Taubman, envió una carta a sus inquilinos el 25 de marzo diciendo que tenía obligaciones que cumplir, como pagar a los prestamistas y a las empresas de servicios públicos. “El ingreso por alquiler que recibimos de los inquilinos es esencial para cumplir con estas obligaciones”, dijo Taubman.
Triple Five Group se encuentra en una situación similar, dijo el co-CEO de American Dream, Don Ghermezian en una entrevista. “La dificultad que estamos pasando ahora … si los inquilinos no quieren pagar el alquiler, mi respuesta es: tengo que pagar una hipoteca. Pedí prestado dinero. Tengo que pagar a mis prestamistas”.
Si no hay más ayuda por parte del gobierno federal en este frente, “muchos centros comerciales entrarán en mora porque no podrán hacer pagos de hipotecas en el futuro”, dijo.
El multimillonario Carl Icahn vaticina que el mercado inmobiliario comercial de Estados Unidos se derrumbará, al igual que el colapso inmobiliario de 2008. El pasado mes afirmó que espera que los centros comerciales y otros en el sector inmobiliario comercial se suspendan.
Icahn ha dicho que la venta en corto es una apuesta contra acciones o bonos, y los “shorts” toman prestada una garantía de un banco de inversión y la venden con la esperanza de que el activo pierda valor. Si cae, los “shorts” se vuelven a comprar a un precio más barato y los devuelven al banco, obteniendo ganancias por la diferencia. La economía se muestra frágil como un castillo de naipes, las pérdidas se van transfiriendo de un sector a otro hasta permear todo el sistema, finalmente viene el colapso total.