Una cantidad importante de activos de FTX faltan o fueron robados, dijo en la corte un abogado del fallido criptointercambio. Además prometió lanzar una amplia red para asegurar miles de millones de dólares en fondos y evitar que siga ocurriendo.
La audiencia del martes marcó un punto de inflexión para el caso de quiebra de FTX, ya que sus nuevos líderes comienzan a buscar qué activos pueden salvar y tratan de determinar quién podría ser responsable de la pérdida del dinero de los clientes.
Según informó la agencia Associated Press, James Bromley, de Sullivan & Cromwell, fue quien dio a conocer la mala noticia en una reunión vía Zoom ante el Juez de Quiebras en Estados Unidos, John Dorsey. El letrado es uno de los que se encuentra a cargo del proceso de bancarrota de FTX, tarea que ya ha demostrado ser muy compleja.
“Esta empresa estaba dirigida por personas sin experiencia, poco sofisticadas y potencialmente comprometidas personalmente. Es uno de los colapsos más abruptos y difíciles en la historia de las compañías estadounidenses”, aseguró Bromley.
El ambiente de desconfianza está al límite y muchos analistas ven cada vez menos probable la recuperación de fondos por parte de los usuarios.
Se especula que la suma del robo estaría entre 450 y 600 millones de dólares. En principio se dijo que el hurto había sido interno, y se llegó a sospechar del propio Sam Bankman-Fried. Después.
Se estima que, un presunto hacker repartió alrededor de 200 millones de dólares en ETH mediante una docena de wallets diferentes. Además, el pasado domingo cambió 27 millones de dólares en ETH por wBTC y RenBTC, dos tokens de Wrapped Bitcoin —Bitcoin envuelto— que se pueden movilizar por la blockchain de Ethereum.
El abogado mencionó que hasta ahora han recibido unos 100,000 reclamos contra FTX. Pero esperan que dicha cifra se eleve hasta 1 millón de acreedores. “Entendemos la preocupación y la indignación, y estamos trabajando día y noche para llevar orden al desorden”, aseveró.