Carolyn B. Maloney, presidenta del Comité de Supervisión y Reforma, y Ro Khanna, miembro del mismo comité y presidente del Subcomité de Supervisión Ambiental, enviaron una carta este viernes con los últimos hallazgos de una investigación sobre la industria de combustibles fósiles.
El par de legisladores demócratas acusaron a las principales compañías petroleras estadounidenses de realizar “greenwashing” (lavado verde) y no hacer lo suficiente para descarbonizar rápidamente y cumplir con los objetivos de cambio climático.
La carta se constituye en un intento del comité por demostrar que estas empresas no están tratando de reducir sus emisiones de CO2 en los niveles esperados.
“Estos documentos demuestran cómo la industria de combustibles fósiles hizo un lavado verde de su imagen pública con promesas y acciones cuando los ejecutivos del petróleo y gas sabían que no reducirían significativamente las emisiones”, dice la carta.
“El hecho de que la industria de combustibles fósiles no haga inversiones significativas en una transición a largo plazo hacia una energía más limpia es particularmente escandaloso a la luz de las enormes ganancias que estas empresas obtienen a expensas de los consumidores, incluidos casi $100 billones en ganancias combinadas obtenidas por Exxon, Chevrón, Shell y BP, tan solo en los dos últimos trimestres”.
En el manuscrito también se detallan las formas en que las compañías petroleras han realizado esfuerzos insuficientes para descarbonizar sus negocios y señala documentos internos que muestran cómo continúan invirtiendo en la producción de combustibles fósiles y aumentando la producción.
“Cada una de las empresas se ha comprometido públicamente a alcanzar emisiones netas de gases de efecto invernadero de cero para 2050”, dice la carta. “Sin embargo, los expertos han descubierto que ninguna de las promesas de BP, Shell, Exxon o Chevron está alineada con el ritmo y el alcance de los recortes necesarios para cumplir los objetivos del Acuerdo de París y evitar un cambio climático catastrófico”.
La carta también señaló documentos que muestran cómo la industria está impulsando el gas natural como una solución climática a largo plazo.
“En 2021, el gas natural contribuyó con el 34 % de las emisiones relacionadas con la energía en EE. UU. y el 22% de las emisiones a nivel mundial”, dice el documento. “Las compañías de combustibles fósiles y los grupos de presión buscan posicionar públicamente al gas natural como una fuente de energía limpia que sirve como un medio de transición hacia las energías renovables, incluso cuando la industria está planeando en privado una mayor producción de gas natural a largo plazo.”
La quema de gas natural produce menos emisiones que la quema de carbón u otros tipos de combustibles fósiles, según la Administración de Información de Energía de EE. UU., pero aun así libera emisiones de gases de efecto invernadero. La quema de gas natural produce alrededor de 117 libras de dióxido de carbono por millón de unidades térmicas británicas (una medida de calor).
De manera igualmente crítica, la producción de gas natural da como resultado fugas de metano durante todo el proceso de producción y el metano también es un gas de efecto invernadero que contribuye al calentamiento global.
Entre tanto, las compañías petroleras a las que se dirige esta investigación, niegan categóricamente las acusaciones hechas por el Comité de la Cámara.
“La investigación de catorce meses del Comité, que incluyeron varias horas de testimonio ejecutivo y casi medio millón de páginas de documentos, fracasó en todos los frentes para descubrir evidencia de una campaña de desinformación climática”, dijo Curtis Smith, líder de medios de Shell North America.
“De hecho, el puñado de documentos citados que el Comité eligió resaltar de Shell son evidencia de los amplios esfuerzos de la compañía para establecer objetivos agresivos, transformar su cartera y participar de manera significativa en la transición energética en curso”, agregó.
Exxon por su parte afirmó que los legisladores del Comité de la Cámara han mentido.
“El informe del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes ha tratado de tergiversar la posición de ExxonMobil sobre la ciencia climática y su apoyo a las soluciones políticas efectivas, reformulando los debates políticos internos bien intencionados como un intento de campaña de desinformación de la empresa. Si los miembros específicos del comité están tan seguros de que cierto, ¿por qué tuvieron que sacar tantas cosas fuera de contexto para probar su punto? dijo Todd Spitler, asesor principal de relaciones con los medios corporativos de Exxon.