En internet se ha propagado una visión glamurosa de la sociedad estadounidense: celebridades, farándula, artistas, lo último en tecnología y en general el “sueño americano” donde la escases no tiene cabida.
Laura Ramírez es una latina que vive en la capital de los Estados Unidos y ha convertido sus redes sociales en una ventana hacia una realidad de la que pocos hablan en esa nación.
Su cuenta en tiktok @lauritarasar23 tiene más de 100 mil seguidores y continúa creciendo. Sus contenidos son diametralmente opuestos a lo que la mayoría de jóvenes de su edad comparten, lo que le ha valido un lugar especial entre la maraña de publicaciones de los llamados “influencers”.
Comercio.tv tuvo el privilegio de hablar con esta exitosa emprendedora digital y conocer un poco más sobre su historia, sueños y experiencias.
Laura Isabel Ramírez Salazar nació hace 29 años en la ciudad de Manizales, en medio del hermoso eje cafetero colombiano que describe la película “Encanto” de Disney. Se define a sí misma como una mujer en crecimiento constante, apasionada por entender la vida y amante de las buenas historias.
Su famosa cuenta en tiktok mezcla una variedad de emociones, fruto de sus historias que van desde frases para reflexionar, intensos diálogos de vida con sus clientes, hasta adicciones, delincuencia, violencia intrafamiliar, maltrato infantil, entre otros males que aquejan a la sociedad moderna .
Todo este panorama lo muestra desde un pequeño mostrador blindado en una tienda de conveniencia para la cual trabaja y que está ubicada en una de las zonas más peligrosas de Washington DC
Cuando un seguidor le preguntó “Laurita algún evento paranormal que te haya pasado en la tienda”, ella respondió con un crudo video donde muestra “zoombies”. Así es, tal como lo leen, dentro y fuera de su lugar de trabajo deambulan personas totalmente poseídas por los efectos alucinógenos de las drogas que consumen 24/7 y que literalmente les convierten en muertos vivientes.
La tragedia no para allí, ya que en su mayoría son padres de familia, y sus hijos desde los 5 años caminan solos por las calles de esta zona peligrosa, porque sus padres están “en el más allá”. Es un círculo vicioso y una incubadora de más violencia.
Laura comparte su trabajo con otros latinos, en su mayoría centroamericanos. Junto a ellos han optado por aconsejar y ayudar cuando pueden, sembrando en estos niños la idea de que las cosas no se ganan robando sino trabajando.
Cuentan que frecuentemente ven a menores de edad hurtando artículos de los estantes, es por ello que en algunas ocasiones han optado por proponer a estos chicos ayudar con tareas rápidas y pequeñas a cambio de recibir lo que buscaban sin necesidad de delinquir.
La rutina en la tienda es siempre agitada: profesores de escuelas cercanas comprando alcohol y camuflándolo para llevar a sus trabajos, personas agonizando por sobredosis buscando el famoso narcan que los “resucita”, acosadores siguiendo a mujeres, tiroteos, oficiales de policía persiguiendo delincuentes, entre muchas otras situaciones en su mayoría “extremas”.
Como un equilibrio necesario tanto para ella como para sus más de cien mil seguidores, también son comunes las historias conmovedoras llenas de amor y sabiduría que devuelven la fe en la humanidad.
Esta joven colombiana comparte una frase diaria que escribe de su propio puño y letra. Pega el mensaje en el mostrador blindado y según sus propios clientes afirman ante cámara, leerlas es un motivo más para reflexionar y sonreír ante una vida llena de adversidades.
Intercambia también frases en español cuando habla con los compradores, algunos de ellos ven en ella una oportunidad para practicar el español que alguna vez aprendieron en la escuela.
Laura es rubia y de ojos claros, con pinta de “gringa” según dicen los mismos latinos que llegan hablándole en un precario inglés, intentando pedir lo que van a comprar. Los sorprende cuando les responde en perfecto español, sus rostros se transforman del miedo a una gran sonrisa.
No todo fue color de rosa en su relación vendedor-cliente, por el contrario, cuando empezó a trabajar en este lugar en octubre de 2021, recibió bastante rechazo, que en algunos pocos casos se mantiene hasta hoy. ¿La Razón? era una “blanquita” en un barrio predominantemente afroamericano. Comentarios racistas, insultos y hasta agresiones al mostrador, quedaron plasmadas en sus videos de tiktok e instagram. Tal vez la barrera de vidrio delante de ella le ha resguardado su integridad en más de una ocasión.
Esta joven influencer reside en los Estados Unidos desde el año 2019 cuando llegó como parte de un intercambio de estudio y trabajo. Cursó una maestría de Marketing Digital y en Colombia recibió el título de comunicadora social y periodista.
Comercio.tv quiso indagar un poco más sobre la visión de esta aguerrida y entusiasta mujer latina sobre el comercio minorista y la situación económica de los EEUU, además de su consejo para quienes desean emprender en el mundo digital.
Al respecto del tema económico de moda, la inflación, Laura explicó que “el alza en los precios está afectando a la población en general, pero tiene mayor incidencia en zonas vulnerables donde los ingresos son bajos o incluso nulos. Y aunque la mayoría de ellos hacen sus compras con dinero que les provee el estado, es evidente que su despensa se achica cada vez más”.
Cuando se le preguntó sobre las diferencias entre el mercado minorista en zonas de ingresos medios y altos, con respecto a sectores deprimidos, afirmó: “En donde el poder adquisitivo es mayor, se encuentran grandes cadenas como Walmart, target, Safeway o Giant, no una tienda de conveniencia. Otra característica es sin lugar a dudas el medio de pago, puesto que en tiendas de conveniencia la mayor parte de clientes utilizan tarjetas tipo EBT food stamp, del gobierno, en comparación al efectivo o tarjetas de débito/crédito comunes en las grandes cadenas. La tercera gran diferencia es la comercialización de productos de tabacos usados para consumo de sustancias psicoactivas, ya que el consumo de Marihuana en Washington DC es legal.”
Laura piensa que hay mucho por mejorar en cuanto a la calidad en la atención que se presta en los mercados de sectores vulnerables, sobre todo en infraestructura orientada a ofrecer una experiencia de mayor calidad.
Un consejo que ella tiene para todos aquellos que sueñan con ser emprendedores digitales es que “en la internet se puede aprender todo, absolutamente todo. Lo que buscas está al alcance de un clic, el resto dependerá de tu intuición y la dedicación que pongas en tu proyecto.”
“Al final del día lo que una persona necesita es motivación y tiempo”, agregó.
En cuanto al futuro de su proyecto personal, dijo: “El próximo paso en las redes y en mi vida será seguir impulsando mi proyecto Nuestros Ojalá ( www.Nuestrosojala.com ), junto con mis cuentas en tiktok (@lauritarasar23) e instagram ( @nuestrosojala ), mostrándole a la sociedad el poder de las palabras y promoviendo a través de historias el seguir luchando y creyendo en la humanidad. A diario recibo mensajes de seres maravillosos diciéndome que escucharon las palabras perfectas en el momento indicado y eso vale todo el esfuerzo del mundo.”