El Producto Interno Bruto, que es la medida de todos los bienes y servicios producidos, creció en 1.1% durante los tres primeros meses de 2023, informó este jueves el Departamento de Comercio de los EE. UU.
En el cuarto trimestre del año anterior el PIB había subido un 2.6%, por tanto 2023 ha iniciado con una desaceleración considerable, en parte causada por las alzas en las tasas de interés y la inflación. Los economistas encuestados por Dow Jones esperaban un crecimiento del 2%.
El informe también mostró que el índice de precios de gastos de consumo personal, una medida de inflación que la Reserva Federal sigue de cerca, aumentó un 4.2%, por delante de la estimación del 3.7%. Excluidos los alimentos y la energía, el PCE básico aumentó un 4.9%, en comparación con el aumento anterior del 4.4%.
“La gente seguía gastando incluso a pesar de los precios más altos, incluso a pesar de una inflación más alta y un gran lastre que teníamos de inventarios”, dijo la economista de Citigroup Veronica Clark.
Citi espera que la economía finalmente caiga en recesión, aunque Clark dijo que el momento es incierto.
“Habríamos esperado ver algo más de desaceleración en este punto (…)”, dijo. “Así que no parece que vayamos a caer inmediatamente en una recesión. Y creo que estos datos del primer trimestre definitivamente ayudan a confirmar eso, especialmente dado que el consumo sigue siendo muy fuerte”, agregó Clak.
La desaceleración del crecimiento se debió a una disminución en la inversión privada en inventarios y una desaceleración en la inversión fija no residencial, según el informe. La desaceleración del inventario eliminó 2.26 puntos porcentuales del número principal.
El gasto del consumidor medido por los gastos de consumo personal aumentó un 3.7% y las exportaciones aumentaron un 4.8%. La inversión interna privada bruta cayó un 12.5%.
“Es probable que la economía estadounidense se encuentre en un punto de inflexión, ya que el gasto de los consumidores se ha debilitado en los últimos meses”, dijo Jeffrey Roach, economista jefe de LPL Financial.
“La naturaleza atrasada del informe del PIB posiblemente sea engañosa para los mercados, ya que sabemos que los consumidores todavía estaban gastando en enero, pero desde marzo se han retraído porque los consumidores se vuelven más pesimistas sobre el futuro”, agregó.