Moody’s Investors Service rebajó su perspectiva de calificación al gobierno de Estados Unidos pasando de estable a negativa, citando riesgos crecientes para la fortaleza fiscal de la nación. Sin embargo, en lo que respecta al puntaje de riesgo crediticio sobre la emisión a largo plazo (un año o más), se mantiene en “Aaa”, que es la nota más alta con un riesgo mínimo para los inversores.
“En el contexto de tasas de interés más altas, sin medidas efectivas de política fiscal para reducir el gasto público o aumentar los ingresos, Moody’s espera que los déficits fiscales de Estados Unidos sigan siendo muy grandes, debilitando significativamente la asequibilidad de la deuda”, afirmó la calificadora de riesgo.
La política arriesgada en Washington también ha sido un factor contribuyente, dijo Moody’s.
“La continua polarización política dentro del Congreso de Estados Unidos aumenta el riesgo de que los sucesivos gobiernos no puedan llegar a un consenso sobre un plan fiscal para frenar la disminución de la asequibilidad de la deuda”, afirmó la agencia de calificación.
Moody’s dijo que espera que Estados Unidos “conserve su excepcional fortaleza económica”.
“Si bien la declaración de Moody’s mantiene la calificación Aaa de Estados Unidos, no estamos de acuerdo con el cambio a una perspectiva negativa”, afirmó el subsecretario del Tesoro, Wally Adeyemo, en un comunicado. “La economía estadounidense sigue siendo fuerte y los títulos del Tesoro son el principal activo seguro y líquido del mundo”.
La decisión de Moody’s se produce cuando el Congreso enfrenta una vez más la amenaza inminente de un cierre del gobierno. Por ahora, el aparato estatal estadounidense está financiado hasta el 17 de noviembre, pero aún no hay consenso entre los legisladores en Washington sobre un proyecto de ley antes de la fecha límite.
“La decisión de Moody’s de cambiar la perspectiva de Estados Unidos es otra consecuencia más del extremismo y la disfunción republicana del Congreso”, dijo en un comunicado la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
En agosto, otra firma calificadora de riesgo, Fitch, recortó su puntaje a largo plazo de Estados Unidos pasando de AAA a AA+, citando el “deterioro fiscal esperado en los próximos tres años”, así como una erosión de la gobernanza y una creciente carga de deuda.