El Departamento de Trabajo de Estados Unidos reveló un aumento inesperadamente alto en los precios mayoristas durante enero, planteando desafíos adicionales en el panorama de la inflación.
El índice de precios al productor (IPP), que mide los precios de los productores de bienes y servicios nacionales, experimentó un incremento del 0.3% en el mes, superando las expectativas de los economistas que anticipaban solo un aumento del 0.1%. Este crecimiento representa el mayor desde agosto, contrarrestando la caída del 0.2% registrada en diciembre.
Excluyendo alimentos y energía, el IPP subyacente aumentó un 0.5%, también por encima de las expectativas que apuntaban a un alza del 0.1%. Asimismo, el IPP excluyendo alimentos, energía y servicios comerciales creció un 0.6%, marcando su mayor avance mensual desde enero de 2023.
Estos datos se presentan en un contexto donde la inflación se mantiene persistentemente alta, como lo evidenció el reciente índice de precios al consumidor (IPC) que registró un aumento del 3.1% respecto al año anterior, aún por encima del objetivo del 2% establecido por la Reserva Federal.
Los mercados financieros reaccionaron de inmediato y el Dow Jones cayó más de 100 puntos, poniendo fin a una racha alcista de 5 semanas.
En términos interanuales, el IPP general registró un modesto crecimiento del 0.9%, aunque excluyendo alimentos, energía y servicios comerciales, el índice subió un 2.6%.
Estos datos preocupantes se suman a otros indicadores económicos negativos, como la caída del 0.8% en las ventas minoristas en enero, reportada por el Departamento de Comercio esta semana.