Las acciones cayeron el viernes después de que se diera a conocer un nuevo dato sobre inflación, el cual avivó los temores de que los recortes de tasas por parte de la Reserva Federal no lleguen pronto este año.
El índice de precios al productor de enero, una medida de la inflación mayorista, aumentó un 0.3%, muy por encima de la previsión que habían hecho los economistas encuestados por Dow Jones, la cual era de 0.1%.
Excluyendo alimentos y energía, el IPP subyacente se ubicó en 0.5%, superando las expectativas que apuntaban a un alza del 0.1%.
En el análisis diario, el S&P 500 cayó un 0.48% para finalizar en 5,005.57, y el Dow Jones Industrial Average cayó 145.13 puntos, o 0.37%, ubicándose en 38,627.99. El Nasdaq Composite perdió un 0.82% para terminar en 15,775.65.
Ahora, teniendo en cuenta el comportamiento semanal, los tres índices principales rompieron sus rachas ganadoras de cinco semanas y cerraron en negativo. El S&P 500 cerró el viernes con una caída semanal del 0.42%, mientras que el Dow Jones cayó un 0.11%. El Nasdaq cayó un 1.34%.
El rendimiento del Tesoro a 10 años se disparó por encima del 4.3%, tras la lectura del IPP. En un momento, el rendimiento del Tesoro a 2 años superó el 4.7%, el punto más alto desde diciembre pasado.
La presente semana ha sido una montaña rusa para Wall Street, y ahora los inversores evalúan cuidadosamente la dirección de la economía estadounidense y tratan de predecir para qué momento en el año la Reserva Federal podría bajar las tasas.
El martes, el Dow registró su mayor caída diaria en los últimos diez meses, después de que la lectura del índice de precios al consumidor de enero fuera del 3.1%, superior al 2.9% que esperaban los economistas encuestados por Dow Jones. Tan solo días después, el S&P 500 aumentó y finalizó la jornada del jueves alcanzando otro máximo histórico. Hoy, tan solo un día después, el comportamiento fue totalmente contrario.