McDonald’s informó resultados trimestrales que dejaron a los inversores con sentimientos encontrados este martes, ya que la compañía lidió con un desempeño mixto y desafíos en varios frentes.
La reorganización de la empresa afectó sus ganancias, con un cargo antes de impuestos de 35 millones de dólares. Excluyendo este gasto, las ganancias por acción ajustadas fueron de $2.70 dólares, ligeramente por debajo de las expectativas de Wall Street.
Las ventas netas alcanzaron los $6,170 millones de dólares, un aumento del 5% respecto al año anterior. Sin embargo, las ventas globales en mismas tiendas aumentaron solo un 1.9%, por debajo de las estimaciones.
En Estados Unidos, las ventas comparables aumentaron un 2.5%, impulsadas por un alza en el precio del menú. Sin embargo, este aumento de precios también alejó a algunos clientes de bajos ingresos, lo que subraya un desafío importante para la cadena.
Internacionalmente, la situación fue aún más desafiante. Las ventas en las mismas tiendas cayeron un 0.2% en los mercados internacionales con licencia, lo que incluye áreas afectadas por los recientes boicots en Medio Oriente.
La guerra entre Israel y Hamas y los boicots asociados afectaron las ventas en esa región, y la empresa espera que la situación mejore solo después de que termine el conflicto.
Por otro lado, otros mercados con licencia, como Japón y América Latina, vieron un crecimiento en las ventas en las mismas tiendas durante el trimestre. El segmento de mercados operados internacionalmente, que incluye Alemania y el Reino Unido, reportó un sólido crecimiento del 2.7%.
El CEO de McDonald’s, Chris Kempczinski, señaló que la empresa está trabajando en una estrategia de valor nacional en EE.UU. para atraer a más clientes, aunque esto podría desafiar a los franquiciados.
McDonald’s enfrenta la presión de consumidores más exigentes y una competencia feroz, lo que subraya la necesidad de adaptación y estrategias innovadoras en un mercado en constante cambio.